Saltillo

Yo no cambio a mi hijo por nada: padre gay

Juan y Salomón se casaron en el año 2010, siendo la pareja número 80

Yo no cambio a mi hijo por nada: padre gay

Yo no cambio a mi hijo por nada: padre gay

PERLA SÁNCHEZ

“Para nosotros ha sido una tarea muy bonita, Yo a mi hijo no lo cambio por nada, igualmente es mi hijo, él es mi corazón”; Salomón, padre adoptivo.

"Cuando nos casamos no era legal adoptar hijos, ni siquiera lo pensábamos; era ir contra la ley" — PADRES GAY

Al menos cinco años tuvieron que pasar para que Juan y Salomón tuvieran la oportunidad de convertirse en padres al lograr adoptar un niño de 13 años de edad, esto luego de haber iniciado una larga batalla de adopción, realizando trámites en la Ciudad de México sin éxito para concluirlos en Coahuila.

Juan y Salomón, tienen entre 46 y 47 años de edad, son catedráticos y cuentan con una licenciatura y doctorados en Computación y Física Química

Ambos se casaron bajo la figura del matrimonio civil en el año 2010, tras haberse conocido 9 años atrás en un centro cultual de la Diversidad Sexual en el año 2001 y haber iniciado una vida juntos.

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Tras 18 años de haber unido sus vidas, viven una nueva etapa al logar la adopción de un niño que ya cuenta con 14 años de edad, al que llamaremos con el pseudónimo “Aldo”.

Fue en el año 2010, que Juan y Salomón se casaron, siendo la pareja número 80 en tomar esta decisión tras la aprobación de la ley del Matrimonio Civil en el año 2009 en la Ciudad de México.

Sin embargo, no fue hasta la aprobación de la adopción para parejas gay que comenzó la larga batalla para poder ofrecer un hogar a un menor sin familia de los cientos que se encontraban en los albergues.

“Cuando nos casamos, no era legal tener hijos adoptivos, ni siquiera lo pensábamos porque era ir en contra de la ley, pero cuando se da la posibilidad, empezamos a capacitarnos con varios cursos para ser padres adoptivos”, relató Juan.

Fue así que desde hace cinco años deciden iniciar el trámite de adopción, no obstante pese a que éstos se iniciaron en su propia ciudad natal, Ciudad de México, no fueron fáciles, pues además de que los requisitos eran tediosos, no estaba definido a que dependencia recurrir.

Por otro lado la saturación de trámites alargaban los procesos hasta dos años incluso solo para poder obtener una ficha para iniciar el trámite.

“Fue en Coahuila donde el trámite fue más ágil, al contar con una política más amplia sobre el apoyo a los derechos de la comunicad gay" — PADRES

“Los trámites eran a través de fichas y en ocasiones se acababan, nos decían venga el otro mes, íbamos el otro mes y nos volvieron a decir lo mismo hasta en tres ocasiones, sin embargo de repente ya se habían acabado las fichas, incluso para los trámites de dos años posteriores”, indicaron.

Con todo y las barreras, ambos no se rindieron en perseguir su objetivo para formalizar un hogar.

Ellos optaron por acudir al interior de la República, en específico a Coahuila, en donde observaron mayor claridad en los trámites.

“Fue en Coahuila donde el trámite fue más ágil, al contar con una política más amplia sobre el apoyo a los derechos de la comunicad gay, fuimos muy bien tratados y los procesos fueron más rápidos”, destacaron.

Hace un año que “Aldo”, fue adoptado y llevado a casa para iniciar una convivencia con sus nuevos padres.

“Antes de llegar el niño a casa ya contábamos con su cuarto y otras necesidades, pues era parte del plan; estar listos para su llegada” — JUAN Y SALOMÓN

Juan resaltó que el proceso es igual para todas las personas, no obstante, cada trámite es diferente dependiendo de las condiciones del menor.

Tras la larga espera, la llegada de “Aldo”, cambió la vida de ambos al integrar a una persona más a sus planes, horarios, responsabilidades y tareas.

“Antes de llegar el niño a casa, ya contábamos con su cuarto y otras necesidades, pues era parte del plan; estar listos para su llegada”, manifestaron.

“Aldo” a su vez esperó cinco años para volver a sentirse protegido a lado de una familia y en un hogar verdadero.

Una de las primeras tareas fue ingresar al menor a una escuela para que continuara sus estudios, en donde la familia fue muy bien aceptada por la sociedad.

“Entre las anécdotas que más hemos disfrutado fue la navidad pasada, donde juntos pusimos el pino de navidad y llevamos a nuestro hijo a conocer la familia ,a tener contacto con sus abuelos y tíos”, dijo salomón.

Los tiempos difíciles

Así como hubo momentos felices, como en toda familia, se presentaron tiempos difíciles, siendo una de las anécdotas más tristes la primera vez que su hijo se enfermó de un tipo de influenza durante la temporada de invierno.

“Fue en ese momento cuando corrimos la primera vez al hospital para que fuera atendido y restablecido, pero lo más gracioso de la situación, fue que el médico nos preguntó que de dónde habíamos sacado ese niño y le respondimos, pues que era un hijo adoptivo”, recordó entre risas Salomón.

Ambos describen a su hijo como una persona estudiosa, deportista y sociable, lo que en parte ha apoyado el proceso de convivencia.

“El gusta mucho de cantar en la regadera, es muy extrovertido y le fascina la comida más picosa, además le gusta jugar Xbox”, expresó.

La adopción de niños pequeños

Juan y Salomón manifestaron la dificultad que atraviesan los niños para ser adoptados, pues la mayoría de las parejas ya sean heterosexuales u homosexuales, buscan niños menores de 10 años.

“Todo niño tiene el deseo de contar con una familia, pero la gran tragedia es que de cada diez solicitudes nueve son para bebé”, explicaron.

La Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (Pronnif), ha manifestado que las parejas homoparentales son las que demuestran mayor flexibilidad al momento de adoptar, pues buscan niños mayores e incluso acogen menores con discapacidad.

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Juan y Salomón se sienten satisfechos y agradecidos de haber sido aceptados por un niño, pues además son los menores los que eligen el tipo de familia con quien desean convivir en familia.

Siete parejas han logrado adopción en Coahuila

Noé Ruiz, presidente de la asociación San Aelredo, informó que hasta la fecha siete parejas han logrado adoptar en Coahuila tras la aprobación de la ley en el año 2014.

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Indicó que en este año 2018 hay dos solicitudes de parejas de hombres en adopción de estados de Nuevo León y Ciudad de México.

Del año 2017 fueron tres las solicitudes, dos de mujeres y una de hombres de Chihuahua y Tamaulipas, de las cuales solo una pareja obtuvo la entrega del menor que corresponde al municipio de Monclova.

Recordó que fue en el 2014 que entra la ley del Matrimonio Civil en Coahuila tras una iniciativa presentada en el Congreso del Estado por el Partido Social Demócrata, ahora Partido Socialdemócrata Independiente, mientras que en el año 2015 se otorgan los derechos entre los cuales se autoriza la adopción y se ofrece la seguridad social.

Desde entonces a la fecha son siete parejas las que tienen la adopción plena o están en proceso de cristalizarla, la mayoría de parejas de Ciudad de México, Chihuahua, Toluca y de Tamaulipas.

Parejas no ejercen derechos por temor

La mayoría de las parejas que han optado por adoptar en Coahuila corresponden a otros estados, pues la mayoría de las parejas homoparentales aún tienen temor de ejercer sus derechos debido a la creencia de que las instituciones aún no están preparadas para atender a esta comunidad.

Coahuila es uno de los tres estados en donde se cuenta con la ley del matrimonio civil y de los derechos.

Hay en Coahuila 610 matrimonios bajo esta figura, de los cuales al menos 50 quisieran adoptar.

Noé Ruiz informó que de estas 510 parejas, 7 parejas ya contaban con hijos propios por una de las partes, por lo que solo fueron reconocidas cuando se casaron.

Además dos parejas de mujeres lograron tener hijos a través de la inseminación.

Noé Ruiz considera que la adopción ha sido muy bien aceptada en Coahuila pero sobre todo por los niños, pues buscan salir de la Casa Hogar y contar con el amor y el cuidado de una familia.

Actualmente la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (Pronnif), tiene un registro de 200 familias en espera de adopción, mientras 215 casos se encuentran en seguimiento tanto de parejas heterosexuales y homosexuales.

Juan y Salomón por el momento se encuentran en el proceso de convivencia, no obstante aún resta por cristalizarse un juicio de adopción que consistirá en la preparación de más documentos y requisitos que se deberán cubrir.

El siguiente paso será volver a hacer una evaluación donde se observarán los estudios clínicos, socioeconómicos, los de las supervisiones, para así dar paso a la adopción y el registro del menor.

“Hay juicios que son lentos, hay otros que son rápidos, pero sabemos de historias de personas que tardan hasta cinco años en el juicio”, concluye Juan.

Escrito en: reportaje Coahuila reportaje parejas, adopción, pues, Coahuila

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