Una burla retorno de 'Napo', dice ex líder nacional minero

Como una burla para los trabajadores mineros calificó Ricardo Rodríguez Rocha el regreso de Napoleón Gómez Urrutia a México, con el nombramiento de senador de la república.

El ex sindicalista, abogado titulado, se desempeñó como Secretario del Trabajo en el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero de Gómez Urrutia. Afirmó que le constan las mentiras, la corrupción y el saqueo a los trabajadores a manos del auto exiliado Napoleón.

Rodríguez Rocha encabeza actualmente la Asociación de Pensionados de Monclova, que sostendría una asamblea este domingo y que fue cancelada por falta de cuorum.

“A mi me consta que (Gómez Urrutia) se robó 47 millones de dólares de los trabajadores de Cananea; sí alcanzó a repartir 8 millones, pero se quedó con los otros 47. Yo hice el fideicomiso que luego él se robó” expresó.

Agregó que salió bien librado de las acusaciones de ese robo por unas jurisprudencias que presentó el despacho de abogados que lo defiende, no por ser inocente, sino por situaciones jurídico-técnicas.

Afirmó que también presenció como el ahora senador electo extorsionaba a las empresas donde tiene el contrato colectivo de trabajo.

Denunció que ordenaba estallar huelgas y luego llamaba a los empresarios para exigirles un millón de dólares depositados a su cuenta personal, para iniciar las negociaciones con las que se levantaban las huelgas.

Externó su sorpresa y extrañeza con el premio internacional que recibió el dirigente nacional minero en el extranjero. Gómez Urrutia fue galardonado con un premio por defender los derechos de los mineros y por la democracia interna de su gremio, dijo Rodriguez Rocha, quien indicó que el Sindicato Nacional Minero no tiene esa democracia, porque su sistema de elección de dirigentes es arcaico y antidemocrático, y no defiende los intereses de la base trabajadora.

Concluyó diciendo que Napoleón Gómez Urrutia es un delincuente corrupto, extorsionador y ladrón que no debería estar al frente del sindicato minero y que tampoco debió ser premiado con reconocimientos, libros y una senaduría.