Torreón

Revela exsacerdote abusos en Seminario de Torreón

Desde hace décadas se han reportado casos de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos en México

David Pérez denunció tres actos de pederastia ocurridos en el Seminario.

David Pérez denunció tres actos de pederastia ocurridos en el Seminario.

daniela cervantes

n México, los casos de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos han sido reportados desde hace varias décadas, aunque muchos de ellos han salido a la luz pública más recientemente debido a un aumento en la conciencia pública sobre el tema y a las denuncias de las víctimas.

Uno de los casos contemporáneos más sonados y que abrió la veda a las denuncias en el país es el de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, de quien se reveló, abusó de 60 menores de edad. Acción por la que ha sido descrito como el mayor depredador de la Iglesia Católica.

Como dato, hasta el 2022 la Conferencia del Episcopado Mexicano había revelado que 426 sacerdotes estaban siendo investigados por pederastia, esto sin contar los casos no denunciados, o los que simplemente no salen a la luz. Porque, en ese sentido, una de las mayores críticas que ha recibido la Iglesia Católica es la cultura del encubrimiento, así como la poca transparencia con la que aborda esta problemática.

Sin embargo, actualmente existen algunos intentos por parte de la Iglesia Católica para erradicar el abuso sexual clerical.

En el 2019, el Papa Francisco publicó la Carta Apostólica Vos estis lux mundi (Vosotros sois la luz del mundo), en la que hizo un llamado a todos los fieles a ser la luz del mundo, dando testimonio de la fe en Cristo y comprometiéndose a erradicar los delitos de abuso sexual en la Iglesia.

En el escrito se destaca la importancia de la conversión continua, la promoción de la santidad personal y el compromiso moral de todos los miembros de la Iglesia en la lucha contra los abusos. Asimismo se enfatiza la responsabilidad de los líderes eclesiásticos en guiar al pueblo de Dios, seguir las enseñanzas de Jesús y trabajar en comunión para prevenir y combatir los crímenes que traicionan la confianza de los fieles.

En ese sentido, en una circular dirigida a todos los sacerdotes, religiosos (as) y laicos, con fecha del 15 de enero del 2020, la Diócesis de Torreón explicó que esa carta del Papa Francisco urgió a la actualización de las Líneas Guía del Procedimiento a Seguir en Casos de Abuso Sexual de Menores por Parte del Clérigo, así como a la creación de un Consejo Diocesano de Protección de menores, que actualmente está vigente en Torreón.

Entre los puntos más destacables de esa circular está la responsabilidad de los obispos y superiores religiosos para cumplir diligentemente con la ley canónica y civil cuando se presente algún caso. También se resalta la obligación para todas las diócesis de establecer sistemas estables y fácilmente accesibles al público para presentar informes sobre posibles casos de esta naturaleza.

"A partir de aquí se comienza a hablar con más claridad del deber de informar a las autoridades mexicanas, ofrecerse a colaborar en la investigación y aportar los elementos de prueba que le sean requeridos por la autoridad en términos de ley, para determinar la responsabilidad del imputado, así como de quien hubiese colaborado para la comisión del delito o lo hubiese encubierto", se lee en uno de los párrafos del documento de uso interno, que firman el canciller Rubén Montalvo Arámbula y el Obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán.

POSTURA DE LA DIÓCESIS DE TORREÓN

Como ya se mencionó, se buscó el testimonio del actual obispo Luis Martín Barraza, quien en la entrevista recordó tanto la charla que mantuvo por correo electrónico con David, como el día que lo recibió en su casa.

Del primer acercamiento, mencionó Barraza Beltrán, se trató de una objeción escrita por David Pérez por aceptar el retorno de un seminarista que había sido expulsado años atrás. En ese momento, a través de ese correo, mencionó el obispo, se percató que David había denunciado al seminarista de abuso desde el 2012, sin embargo desde el 2017, que él llegó a la Diócesis de Torreón, dijo, no encontró nada para corroborar ese supuesto abuso, tampoco, reiteró, el equipo formador le informó algo en ese sentido.

"Entonces, dándome cuenta de que no estaba probado ese delito del 2012, en el 2019 yo lo acepté (al seminarista expulsado), para una experiencia de reinserción a la diócesis y luego lo ordené sacerdote".

Tras esa declaración, el obispo viajó al 2020 para situarse justo en el momento en que David acudió a su casa, ya no para hablarle del seminarista que había regresado, sino para narrarle el caso de abuso que el mismo sufrió a los 17 años de edad dentro del seminario donde se formaba como sacerdote.

"Desde un principio me dijo 'no se lo digo para que inicie una investigación, se lo digo para que esté enterado nada más", refirió el obispo.

- Pero si la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en México menciona que ante este tipo de situaciones, los obispos deben accionar de manera inmediata y adecuada para proteger a las víctimas y garantizar la justicia, ¿no era su obligación actuar?, se le cuestionó al obispo, quien respondió:

"Yo estuve en ese dilema. (Porque) En el estricto sentido de las normas canónicas sí, pero ya en concreto es muy complicado, porque me iba yo a volver como el ministerio público, porque el no quería denunciar y era yo meterme como investigador, pero sí, a lo mejor lo debí haber hecho".

- Entonces ¿Podemos hablar de una omisión?

"Desde lo que dice la Carta Apostólica Vos estis lux mundi, habría que ver... pero si él me anticipa que no, eso también pesa en la consciencia. Quizá si hubiera sido un delito más grave, más comprobable, un delito más fragante, porque estos delitos son tan difíciles de comprobar, entonces meterme al ministerio público y hacer la investigación no es tan fácil, porque era mejor que él lo hiciera.

De hecho hay una modalidad donde canónicamente él podía haberlo hecho y civilmente (también)… yo también lo escucho porque él me dice 'no es para que haga una investigación', y a lo mejor fue ingenuidad de mi parte el haber creído que era sincero, en que no me estaba poniendo una trampa, que después la iba a utilizar para lo que se ofreciera, como se le ofreció. Entonces ahí están esas ambigüedades, que se pudiera hacer un discernimiento y desde la ley químicamente pura, a lo mejor si hubo algo de omisión en eso".

En ese sentido, informó el obispo, fue hasta marzo del 2023 cuando instruyó la investigación que solicitó el Vaticano, luego de que David presentó su renuncia a la iglesia católica.

Fue así que Roma puso los ojos en Torreón y desde allá se solicitaran los expedientes de los tres sacerdotes señalados por David Pérez.

Hasta el momento no se sabe nada del proceso, incluso, indicó el obispo Luis Martín Barraza: no existe un acuse del Vaticano...

426

SACERDOTES

estaban siendo investigados por pederastia, según datos hasta el 2022 del CEM.

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