EDITORIAL

Alejandro Espinosa Yáñez

Violencia social extrema, terrorismo y narcotráfico

ALEJANDRO ESPINOSA YÁÑEZ

1. La violencia social extrema, el terrorismo y el narcotráfico generan, casi de manera general y automática, respuestas autoritarias. Agreguemos a esto, como respuesta estatal, que ésta se sustenta en consensos sociales. En una mirada rápida, la tríada articulada se constituye en materia prima que ha sido (provocada y) aprovechada por la derecha más extrema. El caso salvadoreño es el más ejemplificador, y encuentra su réplica en el gobierno de Ecuador.

En la campaña político-electoral en México forma parte de la escena, sugiriendo que el presidente López Obrador tiene nexos con el narco. Esto está circulando en las redes sociales, por lo que seguro ha picado más de uno el anzuelo (véanse muchas comunicaciones que apuntan a tocar las emociones, en este caso en la red X, bajo la consigna #NarcoPresidenteAML041 #NarcoCandidataClaudia41). Odio mata prueba.

Otro ejemplo, muy cuestionado en los ámbitos diplomáticos, es el que se aprecia en la conducta política de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la que afirmó con ligereza que Argentina vive una "situación delicada" porque "está en una zona donde hay presencia activa de dos fuerzas aliadas a Irán". En entrevista a un medio televisivo, el martes 16 de abril comentaba sobre -sin presentar pruebas-, la presencia de la milicia proiraní de Hezbolá en el norte de Chile, al tiempo que afirmaba que Bolivia ha acogido en cientos a miembros de la Fuerza Quds, agrupamiento ligado a la inteligencia militar de?la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Las respuestas de Chile y Bolivia a la provocación conservadora del gobierno argentino fueron contundentes.

2. Agreguemos algo más a este combo problemático. Como señala Boaventura de Sousa Santos (Un nuevo-viejo fantasma se cierne sobre Europa, 02/2023), "las fuerzas políticas conservadoras no sólo detentan la iniciativa ideológica, sino también una presencia privilegiada en los medios de comunicación. Son polarizadoras, enemigas de la complejidad y de la argumentación serena, usan palabras extremadamente agresivas y hacen encendidos llamamientos al odio". En eso han ganado terreno. De Sousa Santos, para avanzar en su argumentación, pone el acento en la importancia de la democracia, lo que a la derecha le importa un corno. A la derecha le interesa la estabilidad que genera riqueza, como tampoco le hace el feo al conflicto, por la irradiación de ganancias a los segmentos hegemónicos más consolidados. El argumento de que con la guerra perdemos todos es parcial.

Pero retomando a Boaventura, y es una tarea de las fuerzas progresistas, "sólo el fortalecimiento de la democracia en Europa puede conducir a la contención del conflicto entre Rusia y Ucrania e, idealmente, a su solución pacífica. Sin una democracia vigorosa, Europa caminará, sonámbula, hacia su destrucción".

3. El pesimismo a flor de piel de Boaventura de Sousa se aprecia en la reflexión de Jorge Alemán -Los "nuevos filósofos" y Lacan (un triunfo de la derecha mundial), 16/04/2024-. Siempre eludiendo "la premisa marxista de pensar la realidad desde las condiciones actuales del capitalismo", la derecha mundial "ha triunfado ostensiblemente cuando vemos que los análisis que se presentan de la realidad mundial" apuntan a la cancelación de la Revolución, "se prohibió volver a ser pensada". Parte de la bibliografía en estudios de Administración caminan en esta dirección. Por ejemplo, Stephen P, Robbins y Timothy A. Judge (Comportamiento organizacional, 2016), sugieren que, entre los retos fundamentales de los cuadros gerenciales, citando algunos, taxativamente señalados, están el de Administrar personas durante la guerra contra el terrorismo y Luchar contra la reacción anticapitalista (las ideas expuestas como si fueran planteamientos sin intencionalidad o amparados en un discurso "científico"). Todo territorio es escenario en la batalla cultural. Volviendo a la discusión más amplia, incluso, por ejemplo, en los posicionamientos del presidente argentino Javier Milei, se asume que "la 'barbarie' formaba parte de un modo estructural del programa de la izquierda", conjugándolo en presente.

4. En la segunda guerra mundial los nazis comenzaron a experimentar con gas venenoso para realizar masacres a finales de 1939, con la matanza de los enfermos mentales; después se rebasó esta y muchas otras fronteras (ratas les decían los nazis a los judíos). En sus usos cotidianos, los gases venenosos en los campos de concentración nazis trajeron aparejado el martirio y sufrimiento de la comunidad judía. En este nuestro presente paradójico, bajo el supuesto de que los palestinos son "animales humanos" (mirada dominante, visible y que llena de plomo a la población palestina, sin importar edades, sin importar nada de lo humano), se destacó en distintos medios el uso de las fuerzas de ocupación de Israel, que lanzaron granadas paralizantes y gases venenosos contra los pobladores durante la invasión al barrio de Jabal al-Tawil en la ciudad de Al-Bireh, lo que ocasionó que decenas de personas se asfixiaran al inhalar el gas venenoso (18/04/2024). La historia no tiene la culpa.

5. Quizá esta falta de respuesta frente a la violencia social extrema, el terrorismo estatal y el narcotráfico, aún no suficientemente masiva ni contundente, tiene que ver con lo que enunciaba Marx, frente al pragmatismo de las revoluciones burguesas (y sus éxitos), mientras que "las revoluciones proletarias, como las del siglo XIX, se critican constantemente a sí mismas, se interrumpen continuamente en su propia marcha, vuelven sobre lo que parecía terminado, para comenzarlo de nuevo, se burlan concienzuda y cruelmente de las indecisiones, de los lados flojos y de la mezquindad de sus primeros intentos, parece que sólo derriban a su adversario para que éste saque de la tierra nuevas fuerzas y vuelva a levantarse más gigantesco frente a ellas" (K. Marx, El 18 brumario de Luis Bonaparte,1869). Encarando la cancelación de la Revolución, y la prohibición de pensarla, que sugiere la agresiva ofensiva de la derecha mundial, una tarea inmediata es quitar el sello de clausura de que otros mundos son posibles (citando una intervención de David Barkin en un encuentro de colegas docentes de la UAM), lo que exige volver a pensar en la transformación, la posible y necesaria.

*Profesor UAM

Escrito en: Alejandro Espinosa Yáñez derecha, fuerzas, terrorismo, Sousa

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