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Inclusión financiera, un reto a tres bandas

El presidente nacional del IMEF, Joaquín Gándara, considera que la banca mexicana se encuentra en una posición fuerte para hacer frente al desafío de incorporar a la mayor cantidad de empresas y personas posible en el sistema financiero

Inclusión financiera, un reto a tres bandas

Inclusión financiera, un reto a tres bandas

ARTURO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

La inclusión financiera es un reto que compete por igual a la banca, el gobierno y los ciudadanos. Así lo cree Joaquín Gándara, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), quien ayer estuvo en La Laguna y en entrevista exclusiva para El Siglo de Torreón habló sobre el desafío de que toda la población pueda ser usuaria de los servicios financieros en México. Pero también platicó sobre la visión que tiene el instituto que preside respecto a problemas que enfrenta el país en términos económicos como la volatilidad en el tipo de cambio, la caída de los precios del petróleo, así como el impacto que puede tener que el virtual candidato republicano, Donald Trump, llegase a ganar las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

-La gente que constantemente consulta las noticias financieras no puede dejar de manifestar su preocupación respecto a la volatilidad del tipo de cambio y otros factores. Ustedes como expertos en finanzas, desde el IMEF, ¿cómo ven la situación financiera nacional? ¿Es de preocuparse?

Mira, yo te diría que México el día de hoy está viviendo en un mundo global, hoy ya no se puede explicar la economía de prácticamente ningún país sin voltear a ver lo que está sucediendo en el resto del mundo. Desde el principio del año arrancamos con un entorno internacional muy volátil. Son tres las causas que han generado esta volatilidad.

Primero, la caída en los precios del petróleo, que veníamos de mediados de 2014 en niveles de arriba de 100 dólares por barril, pues se desplomó hasta casi alcanzar los 20 dólares por barril; y últimamente ha repuntado un poco, estando cerca de los 40 dólares por barril. Pero esta circunstancia de la caída de los precios del petróleo tiene una implicación importante en las finanzas públicas de nuestro país, que aunque cada vez menos dependen del petróleo, todavía mantienen una cierta dependencia.

El segundo factor es la desaceleración que está sufriendo la economía china. En años anteriores China venía creciendo a tasas cercanas al 10 %, y ha venido desacelerándose hasta acercarse a tasas alrededor del 5 o 6 %, donde nosotros estimamos que va a acabar creciendo. Pero todo esto genera una altísima incertidumbre en todos los mercados, porque China al ser la segunda economía más grande del planeta, genera una grandísima demanda por materias primas y a la hora que se desacelera de esta forma tan importante pues baja esta demanda y tiene un impacto en todo el crecimiento global.

Y el tercer factor que influye en esta volatilidad y que es el que tiene más impacto sobre México es el proceso de normalización de la política monetaria de la reserva federal de Estados Unidos. Como recordarás a raíz de la crisis en Estados Unidos, la reserva federal bajó sus tasas prácticamente a cero e inyectó una gran cantidad de recursos dentro de la economía, está en este proceso de normalización de su política, lo que ha hecho que muchos capitales regresen a Estados Unidos y esto ha fortalecido mucho el dólar, debilitando todas las monedas y el peso en particular, por su alta vinculación con la economía de Estados Unidos, no ha sido la excepción.

-En este último punto queda muy clara la causa, pero en el caso de la desaceleración de la economía china y en el caso de la caída de los precios del petróleo ¿cuál es la causa original de estos fenómenos?

Del precio del petróleo, aunque la desaceleración china puede explicarlo en parte, la realidad es que hay una menor demanda de hidrocarburos al tener un menor crecimiento global. Pero también ha habido mucha mayor oferta de petróleo. Estados Unidos que es la economía más grande del mundo y que era un importador natural de petróleo, se ha convertido recientemente en un exportador de petróleo, por lo que es una mayor cantidad disponible. Por otro lado, a Irán, que estaba bloqueado, se le levantó este bloqueo y también está aportando más de medio millón de barriles diarios en el mercado. Y esta sobreoferta de petróleo es lo que también ha venido a tirar los precios y lo que se ha recuperado es que, a niveles de 20 dólares, pues deja de ser negocio para muchos países la extracción de petróleo por lo que esto ha ayudado a que se recupere un poco.

Ya en materia de finanzas públicas, lo que está pasando en México: por una parte vemos estos recortes que se han anunciado, que obviamente pegan en la inversión productiva del país, pero por la otra un incremento de la deuda que anda por niveles de 47 %, los más altos en los últimos 12 o 15 años. ¿Son estos dos elementos para prender las alarmas en términos financieros y económicos en México?

Mira, el nivel de deuda pública que tenemos en México es un nivel sano, es un nivel adecuado y eso es lo que permite que las calificadoras nos asignen un grado de inversión. Sin embargo, lo que sí es preocupante es la trayectoria que lleva esa deuda. Como bien dices, en los últimos ocho años aproximadamente ha venido incrementándose de manera importante la deuda pública. Lo que el gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda se ha comprometido es a modificar la trayectoria de crecimiento de la deuda pública y es por eso que están anunciando este tipo de medidas como el recorte de 132,000 millones, y que para el año que entra en los precriterios que anunciaron también viene un recorte nuevamente, y en la medida que la Secretaría de Hacienda cumpla con los compromisos a los que está haciendo con la ciudadanía, la trayectoria se va a corregir y va a empezar a disminuir la deuda, por lo que yo te diría que si eso sucede, no tiene ningún problema México para conservar este grado de inversión que nos tiene asignado las calificadoras.

-¿Tiene algún cálculo de hasta dónde llegaría o dónde se estabilizaría la deuda?

Estamos muy cerca ya de esa estabilización, lo que se espera es que no rebase el 50 %. Entonces, si mantiene esa trayectoria, estamos muy tranquilos que México va a conservar su grado de inversión.

-También hay factores políticos que generan incertidumbre. Por ejemplo, una posible llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos con todas estas políticas económicas que está anunciando, pueden llegar a incidir en una mayor inestabilidad. Pero también lo que está pasando en Europa, una posible salida de Gran Bretaña de la Unión Europea también estaría causando un efecto en la economía. ¿Cuál es el panorama que se tiene ante estos dos fenómenos?

Como te decía, todo lo que sucede en el resto del mundo hoy tiene un impacto sobre la economía global, sobre la economía mexicana, porque genera nerviosismo en los mercados. Empecemos a hablar del "Brexit" que el día de mañana (hoy) se va a votar. La realidad es que México no tiene una relación comercial muy importante con Gran Bretaña, por lo que no tendríamos un impacto directo de la decisión que vayan a tomar los británicos el día de mañana. Lo que sí sucede es que es muy claro para todos los analistas que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tendría impactos muy importantes en la economía de esa región, en la economía británica, situaciones muy adversas para los británicos en caso de que decidieran salirse y todo esto genera un entorno de nerviosismo e inestabilidad en los mercados que ha generado esta volatilidad en las monedas. Pero diría que en el mediano y largo plazo el impacto de una salida no debería de tener un impacto en la economía mexicana.

En cuanto a las elecciones en Estados Unidos, por supuesto que nosotros vemos muchas de las declaraciones que ha hecho el precandidato Trump con cierta preocupación, porque de llevarse a cabo, pues tendrían impactos importantes en la relación bilateral, en el comercio entre estos dos países y por supuesto en el crecimiento económico tanto de nosotros como el de ellos. Pero es importante resaltar que una cosa es lo que dice un candidato en campaña y otra cosa es lo que hace un gobernante una vez que gana una elección. Y por otro lado, hay que señalar que Estados Unidos es un país que ha construido instituciones muy solidas y que sin importar quién encabece la Presidencia de la República en Estados Unidos, pues existe el Congreso y otras instituciones muy fuertes que no le permitirían al señor Trump o a ningún otro candidato tener manga abierta y poder hacer todo lo que él quisiera.

-En otro tema, se acaba de anunciar una ley de inclusión financiera que tiene que ver con el sistema financiero y con los bancos en particular, de llevar estos servicios bancarios a la mayor cantidad de población posible. ¿Qué tan viable es esto en estos momentos en México? Y ¿cómo hacer para incorporar a gente que históricamente se ha resistido o simplemente no le ha interesado adentrarse en el sistema bancario?

Yo creo que el reto de la inclusión financiera es un reto de la banca en México, es un reto de las autoridades y un reto también de las personas. En México existe, como tú sabes, una altísima informalidad, hay muchas personas que viven en la informalidad y que entrar dentro del sistema financiero sienten que es una forma en que la autoridad los va a fiscalizar. Por otro lado, también tenemos algunas zonas económicas o poblaciones muy alejadas donde es muy complicado para la banca poder llegar y poner una oficina, por lo que también el uso de la tecnología tiene que ser el camino para una mayor inclusión financiera. Yo destacaría que México tiene una banca sólida, tiene una banca sobrecapitalizada, que tenemos más del 50 % de capital adicional a lo que la regulación exige, y eso permite que la banca pueda ir cada vez más a las personas, a las empresas, a los proyectos a estar financiando cada vez más, y que el sistema financiero llegue cada vez a más empresas y a más personas.

Pero también hay muchas barreras que se imponen dentro del propio sistema financiero y que son prohibitivas para la población de escasos recursos, es decir, comisiones muy altas o ciertos límites de inversión. Esta ley de inclusión financiera implica también flexibilizar un poco esto, ¿no?

Mira yo te diría que la reforma financiera faculta al Banco de México para limitar las comisiones y los precios que los bancos ofrecen a los usuarios, pero por otro lado también transparenta la información para que cualquier usuario de servicios financieros de la banca pueda comparar entre una institución y otra. Entonces, la reforma financiera lo que provee ahora es mucha mayor información para que los usuarios puedan decidir mejor con qué institución deberían trabajar o con qué institución quieren contratar un servicio determinado u otro servicio específico. Entonces, una mayor competencia de la banca tiene que resultar en beneficios para todos los usuarios.

Escrito en: Joaquín Gándara IMEF tiene, economía, Estados, México

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