Todo sobre el 'asalto' a los nadadores norteamericanos
Los cuatro nadadores estadounidenses, que el pasado sábado dijeron haber sido víctimas de un asalto, mintieron para tratar de salir indemnes de vandalismo en una gasolinera de Río de Janeiro, según dijo hoy la policía local, que impidió a dos de los atletas volver a su país.
EL INICIO DEL CASO
Los nadadores Rayn Lochte, James Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger denunciaron el pasado sábado haber sido víctimas de un asalto a punta de pistola por hombres que vestían uniformes de policía el pasado domingo.
Dicha acusación despertó las alarmas de la prensa internacional y una investigación por parte de la policía local.
Sin embargo, todo lo dicho sería una tapadera para protegerse de acusaciones por daños a una gasolinera de Río de Janeiro, según información recabada por las autoridades brasileñas, que anoche obligaron a dos de los afectados (Gunnar Bentz y Jack Conger) a bajar de un avión que iba a salir a Estados Unidos.
INTERROGATORIO
Los dos atletas fueron interrogados por cuatro horas en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro antes de ser puestos en libertad, pero sin pasaporte, pues aún deberán responder en Brasil a nuevas preguntas de los oficiales que investigan lo ocurrido y a eventuales cargos por falso testimonio.
La policía, que visionó imágenes de la Villa Olímpica y de una gasolinera donde los atletas habrían entrado alrededor de las 06:30 del domingo tras participar en una fiesta, aseguró que no hubo asalto por parte de criminales supuestamente vestidos de oficiales de seguridad, como Lochte y sus tres compañeros relataron.
Ayer una juez decretó la incautación de los pasaportes de los cuatro estadounidenses, aunque Lochte ya se encuentra en Estados Unidos, donde explicó a la cadena NBC que sí hubo asalto, pero modificó varios de los detalles de lo supuestamente ocurrido el domingo.
LA GASOLINERA
El dueño de la gasolinera, donde los atletas pararon bajo la influencia del alcohol, tras acudir a una fiesta en la Casa Francia de Río de Janeiro, explicó este jueves a la prensa que los nadadores provocaron desperfectos en el comercio y pelearon con el personal de seguridad.
“Fue puro vandalismo”, dijo el comerciante, citado por el diario O Globo y que aseguró que los deportistas orinaron en las paredes del recinto.
El DailyMail aseguró que un guardia de la gasolinera, que estaba armado, nunca apuntó su pistola a los nadadores. Al ser advertidos los atletas se fueron del lugar y le dieron dinero al oficial.
El caso amenaza con tensar las relaciones entre Estados Unidos y Brasil, un país donde este tipo de acontecimientos recibe una gran cobertura mediática y está influenciado por una perspectiva nacionalista.