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YAMIL DARWICH

Según veoverde.com los países que más contaminan al mundo, por orden de importancia, son: Brasil, Estados Unidos de Norteamérica, China, Indonesia, Japón y en sexto lugar México. Estamos contaminando la atmósfera del planeta; el agua de ríos, lagos y mares; con basura, deshechos electrónicos, radioactividad, electromagnetismo, incrementando el calor; generando ruido ensordecedor; contaminación visual y lumínica; alteración genética; con residuos minerales del subsuelo y generando basura espacial.

Le pregunto: ¿que tipo de animal es el más nocivo para el planeta?; pienso que solamente hay uno: el humano.

El resto, de alguna manera vive en armonía con el ecosistema y mantiene en equilibrio los ciclos de vida.

Nosotros: horadamos, destruimos, infectamos, envenenamos y hasta hacemos desaparecer especies animales y vegetales. Por obcecados, no queremos cuidar nuestra relación con la tierra.

Para los expertos del tema, es urgente tomar medidas para detener el daño al ecosistema y por ello, desde el 12 de diciembre de 2012, se adoptó el llamado "Acuerdo de París", que comprometía a 195 países del mundo a actuar para revertir el daño.

El pacto fue ratificado por las naciones más contaminantes y en el mes de octubre del siguiente año lo firmó la Unión Europea, lo que abría una nueva luz de esperanza para el mundo. El acuerdo debería entrar en vigor a los 30 días de firmado.

El propósito central es terminar con el incremento del calentamiento global y que la temperatura mundial no supere los 2 grados sobre niveles preindustriales, deteniendo sus graves consecuencias como el deshielo del Ártico, la muerte de los arrecifes de coral en el Pacífico, la extinción de animales y plantas y el incremento de enfermedades por contaminación.

Obama firmó el pacto en 2016 y Donald Trump lo rechazó en junio de 2017, en una actitud que evidencia su desinterés por la humanidad, confirmando sus propósitos de confrontación, defendiendo el capital económico de amigos y socios a pesar de que el secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, advirtiera en el momento del acuerdo: "Hoy hacemos historia en los esfuerzos de la humanidad contra el cambio climático", (…) "momento 'trascendental' para el futuro de la Tierra"; agregó: "ahora es el momento de reforzar la determinación global, de hacer lo que los científicos piden y de aprovechar la oportunidad para construir un mundo más seguro y sostenible para todos".

El Acuerdo de París, incluye objetivos muy importantes, como: mantener la temperatura media mundial impidiendo se incremente en dos grados centígrados; el compromiso de los países firmantes para llevar a cabo 'todos los esfuerzos necesarios' y que no se rebase los 1.5 grados evitando así 'los impactos más catastróficos'; procurar la reducción de emisiones generadoras de calor y contaminación, entre otros.

Para lograr tales objetivos, se establecería un método de revisión del cumplimiento de los acuerdos, que se publicará cada 5 años y que no incluye sanciones, aunque sí hará evaluación de las actitudes responsables.

Intentando comprender la postura del egoísta Trump, podemos recordar que los Estados Unidos Americanos son los segundos mayores productores de contaminantes, debido a su industria y vida ciudadana de confort en sus ciudades, que contaminan fuertemente con sus emisiones de bióxido de carbono -motores de combustión interna- y sus aparatos electrodomésticos -refrigeradores, aparatos de clima artificial-.

Interesantemente, muestra su compromiso con la productividad de los más ricos -abuso repetidamente declarado o denunciado, que hace más pobres a los que menos tienen- a costa del planeta entero.

El acuerdo incluye compromisos inconvenientes para los más contaminadores, como: 'el equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden ser absorbidos' en la segunda mitad de siglo, que representa daño a la generación de riqueza; que los países desarrollados 'deben' contribuir a financiar la mitigación y la adaptación en los estados en desarrollo -basados en que ellos son los más contaminantes-.

Enuncia: las naciones ricas deberán movilizar un mínimo de 100 mil millones anuales desde 2020, para apoyar la mitigación y la adaptación y revisar al alza esa cantidad antes de 2025 -fuerte inversión para el beneficio mundial con merma de ganancias propias-; reconoce la necesidad de poner en marcha el 'Mecanismo de pérdidas y daños' asociados a los efectos adversos del cambio climático -generando responsabilidad manifiesta de los poderosos-.

Como usted puede concluir, continuamos siendo humanos con pobre sentido de solidaridad y mínima o nula subsidiaridad ante los más desafortunados que, de alguna manera, sufren las consecuencias del desarrollo tecnológico y su aprovechamiento por los más ricos.

Es sorprendente, por irracional, la postura egoísta de aquellos que son representados por Donald Trump y darnos cuenta que no les interesa prever el futuro, incluidos sus propios descendientes.

La ceguera del materialismo ha llegado hasta promover acciones de destrucción del planeta y la vida que hasta ahora contiene.

¿No le parece una verdadera locura?

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Escrito en: NATACIÓN países, grados, incluye, mundial

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