Roopkund, el lago helado que se llena de restos humanos una vez al año
El lago Roopkund está situado a casi 5 mil metros de altura en el Himalaya indio y es especial por una razón, en su interior hay restos humanos que se pueden observar durante una época específica del año.
Su profundidad es de aproximadamente 2 metros y como la caminata para llegar a él tiene paisajes hermosos, mucha gente suele ir a visitarlo.
Los primeros registros de la aparición de los restos datan del siglo XIX. Por mucho tiempo se le llamó ‘Mistery Lake’ y es que durante un mes al año, el lago se deshiela y salen a la superficie restos de esqueletos humanos, algunos aún con restos de piel.
En 1942 quien se dio cuenta de ello fue el guardia forestal británico H. K. Madhwal, que estaba por el lago durante esa época del año y pudo apreciar lo que se veía en él. En aquella fecha ese hombre pensó que eran los restos de algún grupo que había muerto ahí congelado y no le puso más atención. Pero cuando descubrió que había cientos de restos, entonces alertó sobre el hallazgo.
Se pensó que tal vez eran los restos de soldados japoneses que pelaron durante la Segunda Guerra Mundial y que se congelaron en su huida de India. Sin embargo, al estudiarse los restos se descubrió que no eran soldados, pues los esqueletos llevaban ahí cientos de años.
Se barajearon varias teorías, por ejemplo, alguna plaga que azotara la zona en algún punto de la historia, pero en 2004 una expedición organizada por National Geographic aclaró algunos puntos.
Los expertos se llevaron 30 esqueletos y restos al ‘Centre for Cellular and Molecular Biology’ de Hyderabad para realizar una serie de pruebas de ADN y se hicieron también estudios de radiocarbono en la Universidad de Oxford.
Se descubrió que los esqueletos datan del 850 dC. y que hay dos grupos de personas, uno de una familia o tribu, relacionados entre sí, y otro un grupo más pequeño, tal vez cargadores o guías.
El análisis de los restos también arrojó que todos habían muerto de manera similar y presentaban golpes en la cabeza, no provocadas por un arma, sino como si el golpe hubiera venido de arriba de ellos. La conclusión de los expertos, y que la comunidad científica considera la más plausible, es que estas personas murieron durante una tormenta de granizo repentina.
Sin lugar donde refugiarse de la tormenta, las personas murieron y sus restos permanecen en el lago.