Infantes de marina y los guardias de seguridad del alcalde de una ciudad fronteriza con Estados Unidos son responsables de la matanza en 2014 de tres hermanos estadounidenses y un amigo mexicano, sostuvo el jueves la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.
Érica, Alex y José Ángel Alvarado Rivera desaparecieron en octubre de ese año cuando visitaban a su padre en Control, una población cerca de Matamoros, al otro lado de la frontera de Brownsville, Texas.
Según sus padres, testigos del hecho les dijeron que las víctimas fueron llevadas desde un puesto de tacos junto a la llamada unidad Hércules, a cargo de la seguridad del alcalde de Matamoros. Sus cuerpos aparecieron más de dos semanas después con heridas de bala en la cabeza.
La CNDH dijo en un comunicado el jueves que la última vez que se vio a los cuatro con vida fue cuando los tenían cautivos los infantes de marina y la unidad Hércules.