Torreón

El viejo Torreón

Sector poniente alberga imágenes y olores de una ciudad que inició hace 111 años, vestigios de viviendas y empresas que secundaron la llegada del Ferrrocarril y germinaron la ciudad que hoy alberga a miles

El viejo Torreón

El viejo Torreón

EDITH GONZÁLEZ

Para conocer y vivir la historia de Torreón, el sector poniente es recorrido obligado por ser el sitio en el que se gestan las primeras colonias de esta ciudad, que hoy cumple 111 años.

Aquí permanecen los vestigios de las empresas que secundaron la llegada del Ferrocarril y se convirtieron junto a él, en detonantes del desarrollo de esta ciudad.

A sus alrededores están viejas casonas centenarias, con todo y las huellas que les ha dejado el paso del tiempo, pero aún de pie.

Para ver aquel Torreón naciente o imaginar como fue, basta acudir a la calzada Industria, ubicada a espaldas de lo que fue la Hilandera La Fe.

En este lugar, hay una hilera de estas majestuosas construcciones, caracterizadas por los grandes ventanales, gruesas paredes, puertas arqueadas y su gran amplitud. Pocas están habitadas. Una de ellas es la marcada con el número 153, de la familia Fernández.

El patriarca, Carlos Fernández, ha vivido aquí desde que nació y dice que en ella quiere morir, pues es herencia de su padre Julio Fernández Aldaba, ya fallecido.

La casa fue adquirida en 1959, tiene 22 habitaciones de 4 por 5 metros y según la historia contada de generación en generación por la familia, inicialmente fue un banco y posteriormente un hospital; pero la versión no ha sido comprobada, aunque Carlos la ha buscado insistentemente en libros y museos.

"Me contaba mi papá que aquí fue Hospital, algún tipo de Hospital, pero dadas las condiciones de la casa, no se presta a dudar de ello, porque tiene una habitación que se dice, fue el quirófano de aquellos años".

Además, la arquitectura no parece ser de una casa construida para obreros, ya que empresas como La Fe, La Compresora y la Unión, dotaron de viviendas a sus trabajadores. El padre de Carlos le dijo inicialmente que pudo haber sido un banco.

Entre las anécdotas también está la supuesta visita de Pancho Villa, "El Centauro del Norte".

"En una de las tomas de Torreón, dice la historia que Pancho Villa entró por Gómez Palacio cuando venía de Chihuahua, pero otra parte de la historia consigna que entró por el Cerro de las Calabazas, y pues es creíble esa aseveración que entrasen por la parte alta hacia el Centro, si los federales estaban en la Plaza de Armas", dice.

Añade: "Mi papá me contaba que una vez estuvo acá en esta casa, eso le dijeron los señores de antaño, que ahí metió los caballos (Pancho Villa), porque los señores de más edad decían que aquí veían los caballos donde ahora es la cochera. No hay fotografías de eso, aunque yo las he buscado".

La casa, ubicada en la colonia La Fe, conserva pisos, puertas y ventanas, así como techos originales. Incluso las protecciones de las ventanas, esas que son comunes en las películas de la época de oro del cine mexicano, pesan 100 kilos, según estimaciones de los moradores que ya cargaron una.

La casa está construida de piedra, se cree que del cerro que colinda con el patio. El frente topa con una pared, la que encierra las ruinas de la antigua fábrica Hilandera "La Fe", que al igual que la centenaria casona se resiste a sucumbir al paso del tiempo y a quedar en el olvido. Al menos la casa, mientras Carlos y su familia vivan, continuará de pie.

LAS PRIMERAS COLONIAS

El historiador Carlos Castañón Cuadros dice que la llegada del ferrocarril va a cambiar para siempre la historia del modesto rancho llamado Torreón, pues gracias a esto empiezan a instalarse las empresas.

"Aquí se van a cruzar los ferrocarriles y la Comarca Lagunera y Torreón, se van a volver el nodo de varias regiones del país y un cruce ferroviario estratégico".

Es en 1883 cuando llega el primer Ferrocarril a Torreón y cuatro años después surge la necesidad de trazar una ciudad. Ese primer trazo lo hace Federico Wulff a petición de Andrés Eppen, uno de los representantes empresariales que había adquirido tierras.

El primer plano abarcaba desde el sector Alianza hasta la calle Ramón Corona. Éste será el Centro de Torreón en el que se van a levantar comercios, las primeras casas-habitación, hoteles, bancos y la primera plaza.

Sin embargo, la construcción de las primeras colonias de Torreón va a ser provocada por las grandes empresas que se instalaron hace más de 100 años: La Unión, La Fe, La Constancia, La Compresora y La Alianza.

"Todas esas empresas que dieron grandeza a Torreón y que abrieron como un surco, así como abrían los canales en medio del desierto, en medio de las zonas semiáridas para conducir el agua del río Nazas, pues estas grandes empresas, con nombres preciosos y profundamente significativos, van a dar pie a que se construyan las primeras colonias de Torreón", dice Castañón.

Dichas empresas se instalaron en el poniente, lo que lo convirtió en el principal sector habitacional de esta ciudad, hace más de 100 años.

El también director del Archivo Municipal "Eduardo Guerra", cuenta que las colonias Rinconada la Unión I y II se llaman así debido a que están en las faldas del Cerro de las Noas, en un rincón literalmente, donde se encontraba la empresa La Unión.

"Esta empresa creada en el año de 1900 va a ser la que provoque la urbanización del sector al construir las casas de obreros y administradores. La antigua Hilandera 'La Fe' también impulsa las casas de los obreros. A un costado quedan algunas casas que levantaron, las cuales conservan marcos de madera, ventanas, que están en pie con mucha dignidad, porque son casas habitación que se están utilizando, son casas centenarias", dice. Una de ellas es precisamente la de Carlos Fernández.

Otros barrios emblemáticos fueron La Constancia y San Joaquín. Esas colonias las impulsó Joaquín Serrano, definido por el historiador como uno de los grandes y visionarios empresarios de Torreón.

Dice que Serrano era un español que hizo fortuna en estas tierras y decide comprar terrenos con la finalidad de donarlos a sus trabajadores para que vivieran en el llamado sector de las fábricas, "por eso los colonos en agradecimiento van a nombrar esa colonia 'San Joaquín', porque era su santo patrono, era el proveedor de vivienda de manera gratuita para sus obreros".

Según el historiador, a Joaquín Serrano las y los torreonenses le debemos la Alameda. "Si no fuera por la generosidad, la visión y el empeño de un empresario de la vieja guardia lagunera, no tendríamos Alameda".

Ahí mismo, en el sector poniente, está la Compresora. Aquí había una empresa dedicada a comprimir las pacas de algodón. Aquellos agricultores que producían algodón y tenían que comprimirlo para exportarlo, utilizaban el servicio de esta fábrica. De ahí saldrían las pacas emblemáticas de la historia de la Comarca Lagunera. En este lugar incluso hay casas cuyos patios de la antigua Compresora como si perdurara este lazo que dio origen a la colonia.

A diferencia de La Compresora, San Joaquín y La Fe, las colonias Vencedora, Antigua Aceitera y Nueva Aurora, se hicieron "a la brava", es decir, fueron terrenos de la compañía ferroviaria que se invadieron ante la precariedad económica de sectores menos favorecidos, "así nacen como colonias compenetradas al ferrocarril, a tal punto que todavía encontramos algunas construcciones de madera del ferrocarril y vagones que son casas actualmente".

No es tan difícil identificar cuáles colonias surgen de manera irregular, pues los trazos de sus calles o la ausencia de éstos, es lo que las delata. Otro sector emblemático de Torreón contiguo a la estación del ferrocarril, al Mercado y a la empresa La Alianza, es Torreón Viejo.

"Se hace esta colonia pensando como en lo más antiguo de Torreón que eran en ese momento algunos jacales alrededor de las vías de ferrocarril y como emblema el antiguo torreoncito de adobe del siglo XIX, por eso hacer ese sector habitacional porque era como lo más viejo en ese momento, aunque la ciudad estaba por hacerse". El declive de las grandes industrias, vino de la mano de la disminución de la calidad de vida de quienes habitaban a sus alrededores. Además el poniente quedó separado del Centro de la ciudad por las vías y el paso del ferrocarril.

Durante muchos años, el sector en el que comenzó la historia de Torreón, no recibió la atención de las autoridades lo que al final fue un factor para que este sitio se caracterizara como uno de los más violentos durante los años álgidos de inseguridad.

Actualmente la gente del poniente lucha por recuperarse de estos embates. Las ruinas de las empresas que les dieron años gloriosos les recuerdan que son descendencia de los primeros pobladores que forjaron la historia de esta ciudad, y que gracias a estos hombres y mujeres tenemos el Torreón que hoy conocemos.

111

AÑOS

cumple Torreón hoy, de ser elevada al rango de ciudad.

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