Saltillo

'Pasean sobre muertos' en la Alameda Zaragoza

Como parte de una campaña de imagen decidieron construir una plaza en lugar del panteón.

'Pasean sobre muertos' en la Alameda Zaragoza

'Pasean sobre muertos' en la Alameda Zaragoza

LUCÍA PÉREZ PAZ

La Alameda Zaragoza en Saltillo fue construida sobre un panteón donde se enterraron más de 500 personas que murieron a causa de la peste. Hoy, la Alameda tiene una afluencia diaria de más de 5 mil personas que acuden a pasear, niños que juegan alrededor de las fuentes y corredores que van a entrenar.

En 1833, la Villa de Santiago y San Esteban de la Nueva Tlaxcala sufrieron cientos de muertes por el contagio de cólera, enfermedad que llegó de Monterrey.

El historiador Gilberto Sánchez Luna, quien realizó su tesis sobre el impacto del cólera en Saltillo, contó en entrevista que las dos villas que giraban entorno a su fe católica sufrieron sequías, inundaciones, y una epidemia en 1833.

A inicios de año, las villas sufrieron de sequías, ante esta situación sacaron a pasear la escultura del Santo Cristo, icono de la Iglesia de este lugar, para pedir que hiciera llover. Tras ello, se desataron intensas lluvias que provocaron inundaciones.

El encharcamiento creo las condiciones perfectas para la proliferación de la enfermedad.

De acuerdo a la investigación realizada por Gilberto Sánchez Luna la peste afectó todo México , y en esta zona se introdujo por contagio procedente de la vecina ciudad de Monterrey.

Previo a crearse Saltillo, en este territorio se encontraban dos villas: Villa de Santiago y San Esteban de la Nueva Tlaxcala.

En la primera se tenía mayor nivel adquisitivo, vivían españoles y sus descendientes. En la segunda la servidumbre.

En la Villa de Santiago la población era de 20 mil , de acuerdo a censos oficiales de la época. Durante la peste que tuvo su auge del mes de junio a octubre de ese año se contabilizaron 650 muertos.

En San Esteban de la Nueva Tlaxcala se tenía una población de 5 mil personas y durante la peste murieron 503 por cólera.

“No se tiene un dato exacto, porque algunas familias los emparedaban , ponían los cuerpos entre las paredes de sus casas y los cubrían con Adobe, y por eso no podemos decir que estos sea datos son exactos”, explicó el historiador.

En esa época los entierros se realizaban en las Iglesias. Había tres tipos de entierro: alto, bajo y por limosna.

El entierro alto tenía un costo 6 pesos. Este se hacía con coros y flores. El bajo, que costaba 3 pesos, consistía en una misa modesta. Y el entierro por limosna era cuando la familia no tenía dinero para pagar al padre, pedían a conocidos que aportarán dinero para cubrir los gastos de la Iglesia.

A causa de la gran cantidad de muertos, la Iglesia donó un terreno a las orillas de la Villa de San Esteban de la Nueva Tlaxcala y ahí se enterraron a quienes morían por la peste. Pasaban el “Carreton de la Muerte” y se los llevaban.

Un par de años siguientes las villas quedaron desoladas por la falta de comida, dinero, gran cantidad de muertes y por la huida de familias que temían quedar contagiadas. Estas villas pasaron de una población de más de 20 mil a 12 mil personas, según información del historiador Carlos Recio.

En 1836, las cofradías (equivalente al Gobierno en esa época) decidieron fusionar las villas y se convierte en lo que hoy conocemos como Saltillo.

Como parte de una campaña de imagen decidieron construir una plaza en lugar del panteón, pero esto se hizo sin exhumar los cuerpos.

Con el paso del tiempo esto se convirtió en la Alameda Zaragoza y es uno de los puntos turísticos más famosos de Saltillo. Ubicado en el corazón de Saltillo, y rodeada de cuatro escuelas así como lindos jardines, siempre tiene cientos de visitantes.

Con una circunferencia de un kilómetro, en ella hay una fuente, un lago artificial, dos bibliotecas, una escuela de música y un área de juegos.

Día y noche la Alameda tiene visitantes que pasean y disfrutan sobre muertos. Al amanecer los corredores, en la mañana los jóvenes estudiantes que pasan el tiempo en este lugar, en la tarde las familias llevan a sus hijos y mascotas a pasear y en la noche y madrugada es la sede de parejas que se pierde entre sus árboles.

Escrito en: ALAMEDA Alameda, villas, tenía, Nueva

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