Se va el avión presidencial
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, informó que el avión presidencial sale del país este lunes y anunció la venta de 60 aviones y 70 helicópteros del gobierno federal.
"El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, me ha adelantado que muy pronto van a ponerse a la venta alrededor de 60 aviones y 70 helicópteros que pertenecen al gobierno federal", dijo durante un mensaje a medios.
Para la venta del avión presidencial, la ONU fungirá como garante para la transparencia, anunció por su parte el nuevo director general de Banobras, Jorge Mendoza. En el hangar presidencial, Urzúa Macías, comentó que se está tratando de ver cuáles son los que se van a vender.
Al referirse al caso específico del avión presidencial, explicó que Banobras fue el adquiriente de la aeronave y la SHCP la arrendataria, en tanto que la Fuerza Aérea fungía como usuaria; el adquirente es Banobras.
Jorge Mendoza anunció que como primer paso para la venta del avión presidencial Boeing 877-8 José María Morelos y Pavón, la aeronave va a abandonar el país este lunes. "El mensaje es informar la salida definitiva del avión del territorio nacional", dijo.
Lo anterior, para dar cumplimiento a los compromisos en materia de austeridad, enfatizó. Informó que Banobras inició un análisis de escenarios y alternativas para definir el mecanismo ideal para su enajenación atendiendo a las mejores prácticas disponibles y estricto apego a la normatividad aplicable.
Dio a conocer que establecieron contacto con la oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, que es la entidad central de la ONU para adquisiciones e infraestructura pública que colabora con los gobiernos para mejorar la transparencia y eficacia en la gestión pública. "Su apoyo será de gran utilidad para dar certeza y garantizar al pueblo mexicano transparencia en este proceso", subrayó.
La última revisada. Antes del mensaje a medios para dar a conocer el destino del avión presidencial, Urzúa Macías revisó la aeronave, convirtiéndose en el primero y único miembro del gabinete del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en subirse al avión presidencial.
En su cuenta de Twitter subió cuatro fotos y un mensaje con un toque de ironía. "Dándole la última revisada antes de que se vaya mañana [este lunes] a las 11 am rumbo a Boeing. Ni Obama, ni Trump... ni López Obrador" escribió.
Además y a manera de introducción, el secretario de Hacienda invitó públicamente a los medios de comunicación a conocer por dentro la aeronave al término del evento. "Gracias a todos por estar aquí, vean el gran avión, no se van a arrepentir cuando se suban a él, va a ser muy interesante", bromeó.
Urzúa Macías y Jorge Mendoza, quien además de director general de Banobras también dirigirá la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), sólo se limitaron a dar el mensaje. Se retiraron de inmediato y no hubo preguntas.
Aeronave oficial por un vuelo
Aún con hélices, apenas con una capacidad para 48 pasajeros, la aeronave matrícula XA-UZS, de la empresa Aeromar, se convirtió en una especie de avión presidencial por un día. El avión trasladó, ayer domingo, hacia Veracruz a Andrés Manuel López Obrador en su primer gira como presidente de México.
Casualmente, esa aeronave comercial estaba a pocos metros del Hangar Presidencial que resguarda al TP01 José María Morelos y Pavón que —según dijo en campaña el propio López Obrador— costó 7 mil 500 millones de pesos.
Comparado con el avión Presidencial TP-01, un Boeing Dreamliner de lujo, la aeronave que llevó al pasajero del asiento 6-A es mucho más modesta. Sus asientos son reducidos y en lugar de los menús que puedes elegir, sólo se podía escoger entre cacahuates, galletas, refresco, agua, jugó o café. Aquellas tortas de milanesa que se podían degustar en el avión presidencial que trasladó a Enrique Peña Nieto quedaron atrás.
El espacio también es mucho más reducido, no había asientos de primera clase, pero sí tuvo un recibimiento cordial por parte de los trabajadores de la empresa y hasta el capitán del avión mandó saludos en el audio al Presidente de la República.
Aunque el vuelo no se atrasó, también la rapidez de la aeronave no fue lo mismo que el TP-01, pero eso se ve compensado con los 3 mil pesos que costó el viaje de ida a Veracruz.