La bancada del PAN en el Senado de la República llamó a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que a través de los conductos diplomáticos manifieste una enérgica condena por los hechos ocurridos el pasado 1 de enero de 2019, en Tijuana, Baja California, donde agentes de la Patrulla Fronteriza arrojaron descargas de gas lacrimógeno al lado mexicano.
En un punto de acuerdo presentado por la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, que es analizado en comisiones de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, se subraya que los agentes estadounidenses arrojaron descargas de gas lacrimógeno en la zona mexicana conocida como Playas de Tijuana.
Se argumenta que dicho operativo de la Patrulla Fronteriza pretendía disuadir a integrantes de la caravana migrante que buscan encontrar refugio y mejores oportunidades de vida en los Estados Unidos de América.
“El pasado 1 de enero, en el deseo de poder ingresar a Estados Unidos, un grupo de migrantes intentó cruzar la valla fronteriza, por lo que fueron repelidos por la Patrulla Fronteriza con gas lacrimógeno. Varias de esas descargas de gas fueron lanzadas del lado mexicano”, se añade en el punto de acuerdo.
Lo anterior se suma a los hechos ocurridos el pasado mes de noviembre, en donde una concentración de migrantes en la garita de San Ysidro, que une a San Diego, Estados Unidos, y Tijuana, México, fue dispersada con la misma técnica.
“Ante tales hechos, el gobierno mexicano no se ha manifestado en torno a la defensa de la soberanía nacional", señala el punto de acuerdo que se prevé sea aprobado esta semana por la Comisión Permanente del Congreso.
Se añade que estas acciones violentan los principios de respeto internacional. Si bien es cierto que todos los países tienen derecho de controlar quién entra a su territorio, el hecho de arrojar gas lacrimógeno de nuestro lado de la frontera excede de ese derecho.