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Rompe víctima el silencio impuesto

La activista Claudia Medina fue torturada y ahora cuenta su historia

Rompe víctima el silencio impuesto

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MARY VÁZQUEZ

"Siempre estuve cuidada por un elemento y cuando yo le dije al Ministerio Público, en la PGR, que quería leer qué era lo que supuestamente había declarado, el elemento me puso la mano en el hombro y me dijo 'mija, acuérdese de lo que hablamos'".

Esas palabras están grabadas en la memoria de Claudia Medina, originaria de Veracruz, quien fue víctima de tortura física, sicológica y sexual, al momento de su detención por elementos de la Marina.

La joven ahora es activista en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C. y vocera de la campaña Rompiendo el Silencio, que busca visibilizar los casos de mujeres víctimas de tortura, detenidas por las corporaciones de seguridad.

Junto con su esposo, Claudia fue detenida en agosto de 2013. Los marinos irrumpieron en su domicilio y sin explicación alguna se los llevaron a una Base Naval de su natal Veracruz.

Claudia comenta que estuvo incomunicada en la Base Naval durante 32 horas, lapso en la que fue víctima de tortura, ahí le "fabricaron" una declaración, donde se inculpaba de delincuencia organizada, posesión de droga, uso de armas, incluso de utilizar granadas. Fueron 12 delitos del orden federal los que le pusieron y luego la obligaron a firmar su declaración, pues la amenazaron diciéndole que si no lo hacía su familia lo pagaría, "lo mismo que le hicieron a ella, le harían a sus hijos".

"Mis hijos eran menores de edad y desde luego, como madre no permites que les pase lo que a ti te pasó, por eso firmé".

Recalca que hasta el momento en que fue entregada en las oficinas de la entonces Procuraduría General de la República, siempre estuvo vigilada por varios elementos y cuando se presentó ante el Ministerio Público, ella pidió saber de qué se le acusaba, qué decía la declaración que supuestamente había hecho, pero repite que enmudeció cuando el elemento le dijo "acuérdese de lo que hablamos".

Claudia platica que en la PGR permaneció 72 horas, luego fue trasladada al penal estatal de Cieneguillas, en Zacatecas, y una vez que se presentó ante el juez federal, se le leyó su supuesta declaración y al encontrarse lejos de sus verdugos, se armó de valor y relató todo lo que realmente había pasado, los hematomas que todavía presentaba su cuerpo, producto de la tortura de la que fue víctima, todo esto, aunado a que su familia empezó a aportar pruebas, le ayudó a comprobar su inocencia.

Logró que el juez le quitara delitos y se le acusó sólo de tres que alcanzaban fianza, por lo que pagó 53 mil pesos y quedó libre 23 días después.

"Yo me pude dar cuenta que el Poder Judicial de la Federación del Estado de Zacatecas sí permite el acceso a la justicia, porque hay estados que no, como Veracruz, donde no es tan fácil demostrar tu inocencia. Mi esposo se encuentra todavía detenido, ya vamos a cumplir 7 años de que pasaron los hechos. Él y yo teníamos los mismos delitos y sin embargo, pese a que también se le quitaron algunos, no ha podido salir, incluso no se le ha podido fijar una fianza".

Una vez en libertad, Claudia cuenta que llegó a su casa y ahora tenía que enfrentar todos los señalamientos de su comunidad, pues cuenta que durante varios días los medios de comunicación seguían el proceso de "la líder de una banda criminal", y apoyada por su familia decidió "limpiar su nombre", por lo que buscó por internet asociaciones en donde la pudieran ayudar y fue como contactó al Centro de Derechos, cuyas oficinas están en la Ciudad de México, ahora dice su labor es darle voz a esas mujeres que como ella, viven un "horror", producto del Sistema de Justicia "podrido" en el país.

Escrito en: familia, elemento, Claudia, ahora

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