EDITORIAL

Esperemos que sean robacoches

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Ayer la fiscal general de Durango, Ruth Medina Alemán, declaró que las privaciones ilegales de libertad que sufrieron varias personas en Gómez Palacio, entre ellas un importante empresario, no constituyeron en ningún momento el delito de secuestro, sino que se trató de una banda de delincuentes integrada por seis sujetos cuyo modus operandi era justamente llevarse los vehículos de los agredidos con ellos dentro, con la finalidad de robarles la unidad.

Los hechos a los que se refiere la fiscal son, entre otros, respecto al empresario lechero que presuntamente fue atacado justo cuando se encontraba en una lonchería popular gomezpalatina. Cuando ocurrió el hecho, el afectado fue ingresado a su propio vehículo para luego de unas horas ser liberado. Aparentemente este hecho cuadra con la descripción de la señora Medina.

Un segundo rumor es que un grupo de excursionistas montados en vehículos todo terreno, popularmente conocidos como Razors, en una expedición nocturna por la comarca, al estar detenidos en la ciclopista de Ciudad Lerdo, fueron sometidos momentáneamente por un grupo de sujetos que con armas de grueso calibre los privaron por un rato de su libertad. El rumor es que retuvieron a una persona de las amagadas que no fue liberada con el resto del grupo. Poco seguimiento se le ha dado a este indicio.

El caso más sonado fue en el típico restaurante El Golfito, donde con lujo de violencia el domingo 7 de julio pasado una persona fue levantada otra vez por un grupo de delincuentes armados, lo que generó una movilización de distintos cuerpos de seguridad, notablemente visible en el bulevar Miguel Alemán. Por fortuna, el reporte es que el lunes siguiente el levantado recuperó su libertad.

Estos son solo tres casos que por supuesto con solo conocerse cimbran de preocupación a los propios habitantes de Gómez Palacio y Lerdo, y por supuesto al resto de los laguneros que por cualquier razón transitan por esta zona de la Comarca Lagunera.

Cierto también es que en medio de la temporada vacacional, y con el próximo cambio de poderes que se aproxima a nivel municipal, en el segundo y tercer municipio más poblado del estado de Durango, la agenda pública y la efervescencia política por aquellos lares se encuentran en pasmosa calma y puede esto contribuir a que los graves hechos recién ocurridos no hayan sido evaluados en su justa dimensión.

Es gravísimo lo que sucedió. En cuestión de días al menos tres personas fueron privadas de manera ilegal de su libertad, y si bien en algunos casos el móvil fue el robo, ya que no puede generalizarse, puesto que en el levantón en El Golfito del domingo la autoridad en sus partes señaló que pudieron existir móviles diversos a la sustracción de las unidades automotrices, lo cierto es que si bien en ninguno hubo secuestro (para que se configure como tal ese delito, debe por supuesto privarse de la libertad a una persona o un grupo con el objeto de pedir un rescate por el mismo, lo que aparentemente no sucedió), sí ocurrieron raptos.

Ojalá que sea entonces preciso lo que señala la fiscal, que según las evidencias que dice poseer, todo se trata efectivamente de una banda de seis sujetos; sería interesante saber qué espera para detenerlos y presentarlos ante la autoridad correspondiente, porque el simple hecho de decir que no son secuestros no es suficiente explicación para regresar la calma.

Escrito en: grupo, persona, supuesto, hechos

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