Amenaza entubamiento de agua al valle de Cuatro Ciénegas
El entubamiento del canal de agua de Cuatro Ciénegas que sale hasta el ejido Ocho de Enero, de más de 80 kilómetros de largo y cruzando varios municipios, dañará gravemente al ecosistema del valle y amenaza a especies únicas y endémica de la región.
La tortuga bisagra, el bagre ciego y los estromatolitos (bacterias generadoras de oxígeno), son las primeras víctimas que está cobrando la salida del agua de una de las pozas al arroyo artificial que lleva el agua hasta ejidos de Ciudad Frontera, señaló Ricardo Magín Oyervides Acosta, biólogo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
El científico, acompañado de Daniel del Fierro Cárdenas, Médico Veterinario del Parque Zoológico La Pastora, y del activista local Azael Huerta Mendoza, visitó algunas pozas sobre explotadas que ya evidencian daños.
En una inspección realizada, levantaron evidencias de muerte de parte de la fauna endémica de la región: “encontramos conchas de tortugas bisagra, un cementerio de estromatolitos y cuerpos de bagre ciego en tierras de cultivo” dijo el biólogo investigador de la UANL.
“Con ese rio, creado hace unos 100 años, llevaron el agua de una poza de Cuatro Ciénegas a varias comunidades y una gran cantidad de ejidos que ahora se pelean por el agua” sostuvo a su vez el veterinario del parque La Pastora.
Dijo que de cerrarse el la compuerta y desaparecer dicho canal de agua, no habrá como algunas gentes dicen, desaparición o daño ecológico, “el origen de la vida fue la poza, y si se suspende el agua al canal, la vegetación y las especies animales migrarán ha donde hay agua” y regresarán al valle, sostuvo.
Por otro lado el ecologista Azael Huerta Mendoza, afirmó que su objetivo es aclarar la situación de ese canal de agua, que pretenden entubar y que según denuncias de grupos defensores generará un ecocidio al cerrar la posibilidad de que plantas y animales a lo largo de esos 80 kilómetros puedan aprovechar el agua del caudal.
“Pero esto ya se viene arrastrando desde hace muchos años, porque el arroyo es artificial; fue creado hace como 100 años” y el daño lo está causando al valle de Cuatro Ciénegas, tal y como lo explicó el biólogo de la UANL, con la muerte de peces, tortugas y estromatolitos al bajar los niveles o ser arrastrados por la corriente hacia los campos de cultivo, afirmó.
El investigador regiomontano por su parte dijo que el problema es el uso mal planificado del agua: se puede seguir utilizando, pero hay que realizar estudios y estrategias para abrir la compuerta y dar salida al vital elemento al arroyo, pero sin arriesgar la fauna endémica de la poza.
No permitir que baje demasiado el nivel del agua, e impedir que la corriente arrastre peces y otras especies será el principal enfoque que se debe tomar, expuso Ricardo Magín Oyervides. Indicó que se deben realizar más estudios, pero resaltó que hay que cuidar la fuente y las especies únicas en el mundo que ahí existen.