Biarritz, trastocada por líderes del G7
La tranquilidad de la ciudad de Biarritz, un tradicional destino turístico del País Vasco francés, se verá trastocada los próximos tres días, ante la presencia de casi 20 mil efectivos desplegados por Francia y España para garantizar la seguridad de los siete líderes de las mayores potencias mundiales.
Esta ciudad balneario, que en el pasado era el destino vacacional de la aristocracia y ahora es considerada la capital europea del surf, está prácticamente blindada con vigilancia terrestre, aérea y marítima, a lo que se suman las fuertes restricciones para residentes y trabajadores, que deben estar acreditados todo el tiempo.
Como parte de las medidas de seguridad para la Cumbre del Grupo de los Siete (G7) países más industrializados, que se llevará a cabo del 24 al 26 de agosto, el espacio aéreo que rodea Biarritz estará cerrado desde este viernes y el espacio marítimo frente a la localidad francesa está protegido por navíos de guerra.
Del total de efectivos que participarán en el operativo de seguridad por el cónclave, 13 mil 200 son de Francia, mientras que el resto corresponden a miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil de España, así como de la Ertzaintza (la policía autonómica del País Vasco español).
El despliegue policial busca garantizar la seguridad de los líderes del G7 (bloque integrado por Estados Unidos, Francia, Canadá, Alemania, Japón, Italia y Reino Unido) y neutralizar a los cerca de 10 mil activistas de más de un centenar de organizaciones sociales, sindicales y políticas, que podrían concentrarse en Biarritz.
Además del despliegue policial, las autoridades francesas han implementado un inusual operativo en materia judicial, que incluye a jueces y abogados que atenderían a posibles detenidos en el marco de la cumbre.
La medida sería en respuesta al temor de que grupos violentos se manifiesten durante el cónclave.