EDITORIAL

¿Felices?

GABRIEL GUERRA CASTELLANOS

Déjense hacer felices por la percepción de la felicidad, que siempre será infinitamente superior a la percepción de la infelicidad.

¿Se considera usted feliz, querido lector? ¿Cree usted que vive en un país feliz? ¿Se imagina usted cuáles son los factores que contribuyen -o restan- a la felicidad de un pueblo, del suyo tal vez?

Hace algunos días el presidente López Obrador dijo, palabras más, palabras menos, que la gente en México estaba "feliz". De inmediato llovieron las reacciones en los medios y las benditas redes sociales, como con casi cada declaración presidencial. Las burlas y el sarcasmo no se hicieron esperar, con los memes acostumbrados, aunque me atrevería a decir que con un poco más de ácido que el habitual.

Poco después, en una de esas ironías que yo me saboreo como pan dulce sopeado en café, apareció la fuente de la afirmación lopezobradorista. El Inegi, el mismo que ha sido vilipendiado por López Obrador, en un estudio cuyos orígenes datan del igualmente vilipendiado sexenio anterior, mostraba los resultados de un estudio según el cual los mexicanos somos felices. Qué digo felices, requetefelices. El "promedio de satisfacción con la vida", de acuerdo con la metodología, era de 8.3 en una escala de 10 en julio de 2018. Exactamente un año después la encuesta de la felicidad arrojó la misma calificación: 8.3.

Al parecer ni el triste fin del peñato ni el turbulento arranque de la 4T incidieron en los niveles de satisfacción reportados.

Tanta felicidad me llevó a tratar de entender un poco mejor la manera en que ésta se mide, y me topé con el Reporte Mundial de la Felicidad, que es editado entre otros por el muy respetado Jeffrey Sachs y que presenta resultados a nivel mundial de distintos parámetros que contribuyen a conformar el índice de referencia.

Un dato en el World Happines Report (WHR) que no encontré en el de Inegi (posiblemente por error mío) es que entre 2013 y 2017 México tuvo una caída de medio punto en su calificación, que se recuperó en 2018. El WHR especula que eso podría deberse al resultado de las elecciones presidenciales ese año.

Sea como fuere, lo que a mí me interesó más del estudio global es que analiza variables tales como el desempeño del gobierno; el nivel de involucramiento de las personas en actividades a favor de la sociedad o la comunidad; la corrupción; PIB per cápita; indicadores de salud; de márgenes de libertad individual así como el impacto de las tecnologías de información.

Hay también un rankeo mundial, en el que los claros ganadores son los países escandinavos. Finlandia, Dinamarca y Noruega ocupan los tres primeros lugares, seguidos por Islandia, Países Bajos, Suiza y Suecia. Alemania ocupa el sitio 17 (¡!), EU el 19 y México el 23, por arriba de Francia, Chile y España. El único país latinoamericano mejor calificado que México es Costa Rica, en el lugar 12.

Si consideramos que la felicidad es subjetiva y que estos reportes se basan obviamente en lo que los entrevistados/encuestados responden, tenemos no un indicador científico pero sí un pulso del ánimo social.

Si a usted le hace feliz que su país sea de los más felices, pues alégrese. Si le enoja, pues enójese. En resumen, mis muy apreciados lectores, déjense hacer felices por la percepción de la felicidad, que siempre será infinitamente superior a la percepción de la infelicidad.

Y recuerden que el balance final de si uno fue o no feliz sólo se puede dar en el último suspiro.

Twitter: @gabrielguerrac

Escrito en: felicidad, percepción, México, usted

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