Hermana de Johnson lo acusa de gestos 'de mal gusto' para captar votos
La periodista Rachel Johnson, hermana del primer ministro británico, Boris Johnson, le acusó este jueves de emplear lenguaje "de mal gusto" y su tribuna parlamentaria como "el púlpito del acosador" para "fomentar apoyos" entre el electorado a su plan de "brexit".
En declaraciones a la BBC que ya dominan en Twitter, Rachel Johnson aventuró que el reciente tono más agresivo adoptado por su hermano puede responder a una táctica de su polémico asesor personal, Dominic Cummings, para presentarle como "el portavoz del pueblo" contra "el poder establecido" en unas posibles elecciones anticipadas.
Añadió que podría ser también idea del propio Johnson, "a quien le encanta ser primer ministro", o "quién sabe", quizás esté presionado "por personas que han invertido miles de millones" en una caída de la libra por una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo el 31 de octubre, indicó.
Rachel Johnson, que en 2017 se unió al Partido Liberal Demócrata y apoya la permanencia en la UE, consideró "poco útil" que el jefe del Gobierno haya cargado contra el Parlamento por frustrar sus planes de "brexit".
Calificó además de "mal gusto" la referencia que hizo anoche a la diputada laborista Jo Cox, asesinada por un ultraderechista durante la campaña del referéndum de 2016 sobre la pertenencia al bloque europeo.
Rachel Johnson aclaró que "quiere mucho" a su hermano mayor y que éste "es una persona diferente" cuando habla en la Cámara de los Comunes.
Johnson ha sido hoy muy criticado por el lenguaje abusivo que empleó anoche en la cámara, en especial contra diputadas laboristas que le pidieron que no usara vocablos como "rendición" y "traición" para calificar actos parlamentarios, pues incitan a los extremistas a atacar a los diputados.
Encendió los ánimos al afirmar que "la mejor manera" de honrar la memoria de Cox, que hizo campaña por la permanencia, es ejecutando la salida de la UE.
Diputados de todos los partidos le acusaron hoy de instigar divisiones como táctica política de cara a unos próximos comicios, que él desea convocar pero que el Parlamento no aprobará hasta que quede descartado de facto un "brexit" duro.