En estos momentos de incertidumbre política, económica y social siempre se agradece encontrar un momento de silencio reconfortante, en el que la vorágine de preguntas, temores y dudas insistentes que circulan sin parar se detengan cinco, diez, quince minutos.
Para cada persona es distinto, habrá quienes tengan esos segundos de desconexión al leer su libro preferido, ver un programa de comedia, hablar por teléfono con algún amigo, o dejarse llevar por el sonido emanado de sus auriculares.
Habrá quienes necesiten esos minutos más que otros. Habrá quienes no tengan tiempo para descansar ni un poco. Poder encontrar una artista que logre transmitir una sensación de tranquilidad, de emoción genuina, asombro y un verdadero disfrute auditivo es un hecho que se agradece.
Escuchar la propuesta musical de Natasha Sultana es, casi con seguridad, un viaje sonoro que provoca una sensación de hormigueo que recorre el cuerpo hasta, finalmente, provocar un momento de silencio reconfortante. Tash Sultana, como es conocida, es una instrumentista múltiple australiana. Bajo la consigna de “una banda en una persona”, Sultana pasó de encontrar un refugio en los aplausos de los transeúntes a obtener fama mundial y con eso, la oportunidad de publicar su primer disco. Si bien su carrera musical es relativamente corta, sus experimentos sonoros y la manera en la que tanto ella como sus instrumentos se convierten en uno mismo han logrado que su nombre sea constantemente buscado.
La artista sabe tocar alrededor de diez instrumentos, posee una inaudita habilidad para el beatboxing (producir ritmos de cualquier tipo utilizando la boca), no tiene miedo en jugar con cualquier objeto que esté a su alrededor. Solamente requiere su voz, su conocimiento musical y su amplificador para impresionar a quien tenga la oportunidad de escucharla. En la actualidad, cuenta con dos trabajos discográficos. El primero recibió el nombre de Notion, un EP; de él, Jungle se convirtió en su tarjeta de presentación. Su segundo disco, ya de larga duración, se llamó Flow State y fue publicado en 2018.
La música de Sultana busca, refleja y atesora un sinfín de miradas, energías y sensaciones.
Canciones: *Jungle. *Notion. *Free Mind.