El deseo, la posibilidad, los conjuros temibles, el destino y sus miles de cabezas flamantes, son abordados por el escritor y poeta Enrique Urbina (Ciudad de México, 1993) quien en su libro Aquí el silencio no descansa (Ediciones Dharma, 2018), nos invita a mirar su mundo interior: el de los versos y las palabras.
Este poemario encausa cada uno de los 33 textos en tres apartados: “Los rezos”, “Las tierras asesinas” y “Lilith”, en los que el joven escritor reflexiona sobre las memorias perdidas, los átomos que nunca se tocan y los cuerpos próximos. La iniciación de todas las noches para hallar un sitio en el cual descansar y soñar. A decir del poeta y docente Lucas Margarit (Buenos Aires, 1966), él define así el libro de Urbina: “Todo aquí es un extenso ritual donde la palabra se manifiesta como una búsqueda del otro, una búsqueda continua en el espacio. Magia que revierte el sentido del conjuro y Urbina la ubica entre los huesos más cercanos”.
Agrega que su escritura es “pantanosa”, porque en ella la palabra se detiene y se hunde, se aniquila y desciende, pero no es la palabra de la trascendencia romántica, sino la palabra que acorrala el cuerpo, que lo coloca en primer lugar frente a un paisaje oscuro y derruido.
Y es que las imágenes-poema que construye el autor emanan de lo ritual, pero también de la embriaguez de lo humano y lo descarnado, en poemas como “Los rezos”, “El sueño”, “Los iniciados”, “La tumba”, “Los pactos”, “Magia del caos”, “La profanación”, “El hechizo”, “La caída”, “Mátrix” y “El veneno para las hadas”. Rostros de humo, la tinta derramada sobre la hojarasca muerta, los jirones de niebla son evocados por Enrique Urbina, quien luego de su camino en la licenciatura de Literatura Latinoamericana por la Universidad Iberoamericana, se ha dedicado a escribir y provocar al lector: “Huele a árbol caído, a guerra vieja, a niño ofendido por extraños, huele a comida casera”.
SOBRE EL AUTOR
Nació en Ciudad de México en 1993. Cursa la licenciatura en Literatura Latinoamericana en la Universidad Iberoamericana. Tiene una columna, “Apuntes de nigromancia”, sobre videojuegos y arte fantástico en Penumbria. Textos suyos han sido publicados en las revistas electrónicas Plesiosaurio, Axxón y Fantasía Austral. Ha sido incluido en las antologías Penumbria Año I, Microhorror, La imaginación en México, Viaje a la oscuridad y 50 demonios. Fue ganador del premio Fantasista de Hierro XI, y segundo lugar en el concurso de poesía de ciencia ficción José María Mendiola 2015.