Hay una profunda preocupación por los mil 400 migrantes y refugiados que han sido expulsados de Libia en lo que va del presente año, expresó hoy en un comunicado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
El organismo señaló que esto constituye una violación de las obligaciones internacionales sobre la no devolución y la prohibición de realizar expulsiones masivas, además de que la posibilidad de que el país norafricano continúe realizando esta práctica.
Los expulsados son enviados de regreso a Chad, Sudán, Níger y Somalia, de estos la mayoría llegan a Libia intentando huir de la guerra que azota a sus países.
“Este mes, un portavoz oficial del gobierno confirmó que las autoridades libias habían "evacuado" a 160 inmigrantes sudaneses. El personal del ACNUDH que monitorea la situación ha señalado que fueron deportados sin acceso al asilo u otras necesidades de protección, asistencia legal u otras garantías procesales y de debido proceso”, señala el organismo en un comunicado oficial.
La violación a estas legislaciones internacionales consiste también, en una violación a los derechos humanos de los migrantes y refugiados.
La ACNUDH, también se mostró preocupada por esta situación en medio de la crisis sanitaria que actualmente azota al mundo por la nueva cepa de coronavirus.
Al respecto, llamó a que las decisiones sobre el retorno de migrantes y refugiados sean compatibles con el derecho a la salud de parte de todos los ciudadanos, además de que se garanticen sus derechos penales como contar con una defensa, traductor, apelación a la devolución y el derecho al debido proceso.
Reiteró que los centros de detención de migrantes no deberían continuar abiertos, pues se ha exhortado en diversas ocasiones a que sean cerrados, la ACNUDH también manifestó que la mayoría de los centros tienen condiciones antihigiénicas debido al hacinamiento y la falta de recursos para cumplir con las disposiciones sanitarias.
Esta situación agrava las posibilidades de que se desarrollen brotes de COVID-19 entre las personas que se encuentran en dichos lugares.
En el comunicado se reitera las declaraciones que Antonio Guterres, secretario general de la ONU, ha realizando en diversas ocasiones llamando al cese al fuego en todo el mundo para combatir la epidemia de la nueva cepa de coronavirus.