EDITORIAL

La violencia en el hogar, una realidad

ALEJANDRA BARRALES

En México la violencia al interior de los hogares se recrudece, negarla no va hacer que desaparezca, se debe atender pues cada hora se levantan 27 carpetas de investigación por delitos de violencia familiar. Es el segundo delito que más se denuncia.

De acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública durante el mes de marzo se iniciaron 20 mil 200 carpetas por violencia familiar; lo que significa que se incrementó de 23 carpetas de investigación que se levantaban cada hora, en enero y febrero, a 27, al cierre del primer trimestre del año.

La cifra oficial ya es alarmante pero aún está muy por debajo de los números reales de los casos de violencia que tienen lugar al interior de las familias, debido a que según el Inegi, 9 de cada 10 de las mujeres víctimas de violencia no solicita apoyo a alguna institución y, por ende, no denuncia.

Los cambios legislativos, las políticas públicas y las acciones afirmativas que se han instrumentado han sido insuficientes, incluso para frenar las violencias de que son víctimas las niñas, niños, adolescentes y mujeres en el lugar en el que debieran sentirse protegidas y seguras, el hogar.

La violencia familiar es muy grave en México, se viene arrastrando por décadas. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre las Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, el 43.9 por ciento de las mujeres ha sufrido violencia por parte de su actual o última pareja, esposo o novio a lo largo de su relación.

Las razones por las que las mujeres víctimas de violencia no solicitó apoyo a alguna institución, ni presentó una queja o denuncia ante alguna autoridad, es que 68 por ciento consideró que se trató de algo sin importancia; 34 por ciento, no le afectó; 19.5, por miedo a las consecuencias; 14%, por vergüenza; 11 por ciento, pensó que no le iban a creer o que le iban a decir que era su culpa, y el 9 por ciento, refirió no saber cómo o dónde denunciar.

Para visibilizar el problema se debe fomentar la cultura de la denuncia, parte fundamental para la prevención, atención y sanción efectiva de esta pandemia.

Es un problema viejo que siempre hemos arrastrado, el hogar es mucho más inseguro para las mujeres que para los hombres, es una realidad, que en este contexto de la contingencia sanitaria el #QuédateEnCasa puede costarle la vida a las niñas, adolescentes y mujeres.

Al contexto de violencia que viven las mujeres, se suman factores como el miedo a contraer la enfermedad, la pérdida del empleo y al hecho de que en las fiscalías no las estén recibiendo por la contingencia sanitaria.

Resulta alarmante que sólo cinco de los 32 tribunales superiores de justicia de las entidades, tomaron en cuenta las necesidades de las mujeres que son víctimas de violencia, ofreciendo, específicamente, órdenes de protección de manera temporal, pero de carácter urgente.

Debemos pugnar para que las mujeres tengan acceso a servicios, aunque sean mínimos y en ese eje los Centros de Justicia para Mujeres (CJM), son fundamentales en la instrumentación de una política real de prevención, atención y erradicación de las violencias feminicidas. Fueron creados hace 10 años ante la necesidad de brindar una atención integral y especializada con perspectiva de género para las mujeres víctimas de violencia.

Ya suman 48 CJM, sin embargo, la mayor parte del personal que los integra llegó como un castigo y, en el caso del personal médico su rotación es constante.

La mayoría de los CJM siguen siendo el patito feo de las fiscalías, por ello es importante que tengan personalidad jurídica, autonomía técnica y recursos propios, pero para ello es necesario que sean incluidos en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, lo cual esperemos que no se tarden porque, recordemos, la violencia en las casas no está en cuarentena.

Twitter: @Ale_BarralesM

Escrito en: violencia, mujeres, víctimas, atención

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