Urgen a construir otra presa en Nuevo León
El golpe del huracán "Álex" en Nuevo León, del que mañana se cumple una década, fue para autoridades y especialistas una prueba de fuego superada por la Cortina Rompepicos, pero desde entonces es una asignatura pendiente una segunda represa.
La obra cumplió su función el 1 de julio del 2010 al retener y regular la salida de agua del Cañón Corral de Palmas, en La Huasteca, hacia el Río Santa Catarina.
Aunque las avenidas y demás infraestructura próxima al Río sufrió una gran afectación, la Rompepicos fue considerada como un salvavidas que evitó una desastre aún mucho mayor en la Ciudad.
La obra, que inició el gobernador panista Fernando Canales y terminó el priista Natividad González Parás, fue tan destacada que el mandatario tricolor Rodrigo Medina prometió una nueva cortina apenas un día después del "Álex".
La nueva represa ha sido recomendada, además, por especialistas y el Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey (FAMM) la incluyó en su Plan Hídrico 2050 que entregó en el 2018 al Gobierno de Jaime Rodríguez.
Juan Ignacio Barragán, experto en el manejo de aguas pluviales, consideró que la nueva cortina es necesaria en el Cañón de Ballesteros o en el Cañón de Guitarritas, en La Huasteca.
El extitular de Desarrollo Urbano estatal afirmó que, incluso, debería haber una tercera cortina en el Arroyo El Obispo, pero la urbanización ha complicado esta posibilidad.
A su vez, Óscar Bulnes, funcionario impulsor de la Rompepicos en el sexenio de Canales, consideró que no es necesaria por ahora otra cortina, ya que la obra puede regular el agua de mayoría de los 32 cañones.