El porcentaje de la población que tiene un ingreso laboral pero le es insuficiente para comprar una canasta alimentaria se incrementó de 35.7% en el primer trimestre de este año a 54.9% en mayo pasado, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El deterioro de este indicador, conocido como pobreza laboral, se debe a la reducción del empleo y la contracción en la actividad económica que se observó durante ese periodo.
Aunque las cifras no son estrictamente comparables, el Coneval explicó que sirven como punto de referencia para evaluar la pobreza, sobre todo de los grupos vulnerables, ante el cambio en el contexto laboral durante la pandemia.
Una canasta alimentaria rural costó mil 179.75 pesos en mayo, mientras que la urbana mil 649.65, de acuerdo con el organismo.