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La Columna de Rosell

RAFAEL ROSELL

Le voy al Barcelona FC desde que contrataron al zamorano Rafael Márquez en el 2003, cuando salió del cuadro blaugrana en el 2010 pensé que me iba a pasar algo similar con Hugo y el Real Madrid. Cuando Hugol dejó al cuadro merengue en 1992 simplemente deje de irle al Madrid, quería que ganaran cuando Hugo jugaba y anotaba con su pirotecnia acostumbrada, solo eso. Muchos amigos míos se quedaron con el Real Madrid gracias a Hugo, yo no.

Desde el 92 hasta el 2003 veía el fut español sin tener un equipo con el cual sufrir o gozar. Llegó el Kaizer al Barca y dije vamos a seguirlo, se va Rafa y el Barcelona sigue levantando su juego a un grado que era imprescindible buscarlo, un deleite ver jugar a este cuadro, llega Pep Guardiola y aquello llega a niveles de excelsitud, imposible dejar de verlo. Ya está, es oficial, ya tengo equipo en La Liga Española me dije en aquella época y así a disfrutarla más. Estoy a punto de cumplir mi mayoría de edad yéndole a los blaugranas, 18 años de admirar a grandísimos jugadores y meternos, aunque sea a la distancia a la gran rivalidad con el imperio blanco, siempre será un ejercicio de ingenio y mordacidad, dar y recibir metralla en las redes sociales. Es un gozo, ¿por qué me tardé tanto en tener equipo en España? Por cierto, me urge elegir equipo en la NBA, desde la salida de Jordan de los Toros vivo en la orfandad. Regresemos a mi Barca, ayer sacó un juego muy complicado ante un rival claramente inferior, los últimos veinte minutos siempre estuvo presente la amenaza del gol que metería al Nápoles al juego y no el gol que los liquidará definitivamente. Barcelona me ha acostumbrado en sus mejores tiempos de acabar los partidos en campo enemigo, nunca rompiendo el balón, ahora intentar salir jugando, sin Xavi y sin Iniesta es un riesgo que pagan por las imprecisiones de Rakitic, Alba y Semedo.

El equipo catalán ya se volvió viejo en sus titulares y su dependencia a Messi ahora es de alto riesgo, Leo obvio ya no el mismo de hace cinco años, ayer no debió de salir al segundo tiempo, resentido por el patadón que le asestó Koulibaly. Messi se le metió en el camino al senegalés provocando un penalti que para muchos es indiscutible y para mí no tanto, siempre pondré en duda la intención de alguien que ni siquiera se entera de que viene el rival por tu lado ciego, así le cobraron uno al uruguayo Fernando Gorriarán en Tijuana en la jornada uno del Clausura, el charrúa ni en el mundo hizo a Alfonso Sánchez, intentó despejar de aire una pelota en el área y Sánchez se metió en el viaje y se llevó una patada de Gorriarán, en aquella ocasión comentamos que no debería de ser faul por la falta clara de intencionalidad y ayer también no debió de marcarse falta, incluso el jugador que va a despejar siempre sale lastimado poco o mucho porque le caen de sorpresa. Es como cuando el portero va a despejar y el delantero se le mete en el camino, si el arquero patea al rival cuando está despejando nunca le van a marcar falta y por añadido penalti.

Mi ilusión de ver ganar la sexta Champions al Barcelona se mantiene como vela contra el viento, al menos logró sacar boleto para asistir a la burbuja en Lisboa, pero en su camino se le ha atravesado un tanque alemán y no cualquiera, un méndigo Panzer Tiger, los alemanes le pasaron por encima al Chelsea y están bufando de poder esperando al Barcelona el próximo viernes catorce a un solo juego.

Como hace mucho tiempo el cuadro de Setién luce como víctima y si logra pasar semejante obstáculo sería una sorpresa sin duda.

El camino parece ideal para Bayern, PSG y el City para ganar esta edición tan especial de la UEFA Champions League, un poco más abajo el Atlético de Madrid nunca se puede descartar al tozudo equipo del Cholo Simeone, lo de Atalanta, Leipzig y Olympique suena a cenicienta y poco probable. A partir de los cuartos se viene todo a un solo juego, ¡agárrense chavos!

Escrito en: equipo, Barcelona, siempre, nunca

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