Empresas de transporte público también se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19 debido a que la afluencia de pasajeros no se ha regularizado. Las empresas de autobús han retomado las acciones empleadas, como realizar chequeos de temperatura a sus empleados y desinfectar las unidades constantemente.
Diariamente se realizan acciones de desinfección de las unidades y el uso de gel antibacterial en terminales u oficinas donde se expiden los boletos, y por parte de operadores y usuarios es constante.
También se efectúan revisiones médicas a los conductores y se ha modificado la selección de asientos, asegurando que se respete la sana distancia e incluso se ha limitado la ocupación a un máximo del 40 %.