La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, cambió a dos ministros que fueron censurados por el Parlamento la semana pasada, en la recta final de su mandato transitorio tras los comicios generales del domingo.
La oficina de prensa de la Presidencia difundió este lunes dos decretos que dejan sin efecto las designaciones de los ministros interinos de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, y de Educación, Víctor Hugo Cárdenas.
En lugar de Murillo, Áñez designó "temporalmente" al hasta ahora viceministro interino de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, mientras que reemplazará a Cárdenas el también viceministro transitorio de Educación Superior de Formación Personal, Reynaldo Paredes.
El Parlamento boliviano, con mayoría del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, censuró la semana pasada a Murillo y Cárdenas, lo que obliga a que se los aparte del cargo.
El ahora exministro de Gobierno debía responder a una convocatoria del Legislativo para informar sobre la supuesta compra irregular de equipos antidisturbios para la Policía y el de Educación sobre la suspensión del año escolar.
Las excusas presentadas por ambos fueron consideradas insuficientes por los parlamentarios, por lo que resolvieron censurarlos.
Las fricciones entre el Parlamento y el Gobierno interino han sido una constante desde que Áñez asumió la Presidencia transitoria en noviembre del año pasado.
Ambos poderes se acusan mutuamente de bloquear iniciativas y vulnerar normas.
En marzo pasado, el Parlamento censuró al ministro interino de Defensa, Luis Fernando López, provocando su alejamiento del cargo, pero a las pocas horas Áñez lo volvió a designar en esa cartera de Estado.
A partir de aquello, el Legislativo propuso una ley que reglamenta la censura, pero que todavía se mantiene en revisión constitucional.
Recientemente, el Parlamento objetó la designación del procurador general del Estado, Alberto Morales, por lo que se vio obligado a dejar el cargo, pero a los pocos días Áñez volvió a nombrar al destituido funcionario en el mismo puesto.
El Ejecutivo interino prepara desde hace unos días la transmisión de mando al ganador de las elecciones generales del domingo, que sería el candidato del MAS, Luis Arce, según los resultados extraoficiales de encuestas en boca de urna y a la espera de que se confirme en el cómputo oficial.