La humanidad se encuentra sólo a 100 segundos para recibir el apocalipsis por la pandemia, así lo marcó el Reloj del Juicio Final, según lo dieron a conocer el Boletín de Científicos Atómicos con sede en Estados Unidos.
A 100 segundos para la media noche, las manecillas del reloj se detuvieron marcando las 23:58:20, la misma hora que el año pasado, decisión que se tomó debido al problema que actualmente enfrenta la humanidad por la pandemia.
Pese al problema que representa el COVID-19, los científicos no consideran que sea 'una amenaza existencial', pues no destruirá la civilización como se le conoce y se espera que 'eventualmente la enfermedad retroceda'.
Además la pandemia fue calificada como 'una llamada de atención histórica para los gobiernos respecto al uso de armas nucleares'.
"La pandemia sirve como una llamada de atención histórica, una ilustración vívida de que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales no están preparados para manejar las armas nucleares y el cambio climático, que actualmente representan amenazas existenciales para la humanidad, u otros peligros, incluidas pandemias más virulentas y guerra de próxima generación, que podrían amenazar a la civilización en un futuro próximo", explicaron los especialistas.
Entre algunos de los desarrollos positivos que ha tenido la humanidad durante el último año, se destaca la elección presidencial de Joe Biden, quien 'reconoce el cambio climático como una amenaza profunda y apoya la cooperación internacional'.
Pero, ¿qué es el Reloj del Juicio Final?
Creado en el año 1947 por científicos de la Universidad de Chicago, en EUA, es un reloj simbólico que basado en la analogía de la humanidad, marca el tiempo que le falta a la humanidad para alcanzar la 'media noche', la cual representa la destrucción total de la civilización como la conocemos.
Es decir las mediciones del reloj se basan en amenazas que incluyen guerras nucleares a nivel global y más recientemente panoramas como el cambio climático o todo aquello que desarrollado a través de la ciencia pueda representar una amenaza irreparable.
