Saltillo

Contexto lagunero

El progreso de las mujeres en México

JUAN MANUEL GONZÁLEZ

Las familias en México y el papel que las mujeres desempeñan dentro de ellas, está cambiando. Las mujeres se están casando menos y una fracción importante de ellas han optado por vivir en unión libre con sus parejas. La unión conyugal en la infancia y la adolescencia, igual que la maternidad en la adolescencia continúa siendo muy frecuente, aunque algunas mujeres esperan hasta la tercera década de su vida para formar familias. Las uniones conyugales que terminan en separación o divorcio van en aumento. La participación laboral de las mujeres se encuentra estancada después de aumentos importantes en décadas pasadas. A pesar de su mayor participación en el trabajo remunerado, las mujeres continúan siendo las proveedoras principales del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en los hogares.

En cuanto a autonomía y empoderamiento, estos tienen múltiples dimensiones, varían de un contexto a otro. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) muestra, por ejemplo, que 24.7% de las mujeres casadas, unidas o alguna vez unidas estuvo de acuerdo en que una buena esposa debe obedecer a su esposo en todo lo que él ordene, y 66.3% de ellas estuvo de acuerdo en que el hombre debe responsabilizarse de todos los gastos de la familia. Una de cada tres mujeres no goza de autonomía para salir de casa; también, 14% de las mujeres tiene que consultar con su pareja sobre el tipo de ropa y arreglo personal. Únicamente 11% de las mujeres unidas o previamente unidas puede decidir de manera autónoma tener hijos, cuántos y cuándo tenerlos. Entonces, en cuanto a la toma de decisiones, hay mucho camino que recorrer para alcanzar la autonomía de las mujeres en pareja.

En México, la tasa de participación de las mujeres en el trabajo remunerado se duplicó entre 1960 y 2005, situándose en alrededor de 40% al final del periodo. De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Argentina, Brasil y Colombia rebasaron el 50% de participación. Después del 2005, todos los países experimentaron un estancamiento en la tasa de participación. En México sucedió a partir de 2005 y sin haber alcanzado el nivel cercano a 50% de los demás países. Así, en la actualidad, la tasa mexicana es la más baja de los países ilustrados. Lo anterior contrasta con las continuas ganancias en los niveles educativos de las mujeres. En generaciones recientes, las mujeres han igualado e incluso superado el nivel educativo de los hombres. Dado que mayores niveles educativos se relacionan con mayor participación en el trabajo remunerado, era de esperarse que las tasas de participación femenina continuaran en ascenso. Las crisis económicas sin duda son parte de la explicación, pero al centro de la situación está la distribución desigual de las cargas de trabajo remunerado y no remunerado entre mujeres y hombres.

La situación conyugal marca una importante diferencia entre el nivel de participación de las mujeres de 15 años y más en el trabajo remunerado. Durante los años noventa, las mujeres casadas o en unión libre registraban tasas 15 puntos porcentuales menores a las de las solteras. Esa brecha ha disminuido notablemente a partir de 2010 y es casi nula en 2016. La participación de las cónyuges en el mercado laboral ha aumentado desde los años noventa,

El nivel educativo influye mucho, las mujeres de 25 a 54 años con primaria y secundaria se incrementó considerablemente su participación en el trabajo remunerado entre 1996 y 2016. Sin embargo, es importante indicar que las tasas de participación de las mujeres solteras son aun considerablemente más altas que las de las unidas en todos los grupos educativos, con diferencias de hasta 30 puntos porcentuales. Las mujeres unidas conyugalmente, con educación universitaria tienen tasas de participación 20 puntos porcentuales mayores que las que no alcanzan ese nivel: 70% de las universitarias unidas conyugalmente participan en el trabajo remunerado, mientras las tasas apenas rebasan 50% en los restantes grupos educativos.

La proporción de parejas conyugales heterosexuales en las que ambos miembros participan en el trabajo remunerado ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares muestra que el porcentaje de parejas en las que ambos miembros participan en el trabajo remunerado pasó de 23 a 35% mientras las parejas en las que únicamente el varón participa disminuyeron de 51 a 36%. El trabajo remunerado y el ingreso laboral de las mujeres incide en los tiempos de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y su brecha de género. Las parejas de doble ingreso se caracterizan por tener una brecha menor a la de las parejas de proveedor único. Desafortunadamente, las horas dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados, disminuyen en las parejas de doble ingreso conforme aumenta el nivel socioeconómico del hogar. Estas características agudizan las desigualdades económicas y de género aún presentes en la sociedad mexicana.

Las familias realizan la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, ya sea para atender a niños, personas adultas o adultas mayores. Sin este trabajo, que recae mayoritariamente sobre las mujeres, las economías y las sociedades se paralizarían. Las mujeres que viven en hogares sin infraestructura básica y en otras situaciones de vulnerabilidad dedican aún más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Pese a que las familias asumen un rol central en la provisión de cuidados, otras instituciones y agentes del Estado deberían asumir la corresponsabilidad en el cuidado. Se necesitan mayores inversiones públicas en infraestructura básica para reducir la carga del trabajo de cuidados no remunerado y la creación de un sistema nacional de cuidados que incluyan servicios profesionales de educación temprana y cuidado infantil y de cuidados a largo plazo para personas mayores o con discapacidad.

¡¡¡Muy feliz día de la mujer para todas!!! Fuente: ONU Mujeres. El Colegio de México.

www.degerencia.com/jmgc

Escrito en: mujeres, trabajo, remunerado, participación

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Saltillo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas