Una casa en venta en Bristol, Inglaterra, de cuatro habitaciones y tres pisos, está llamando la atención porque también tiene un órgano escondido entre sus paredes.
Su precio es de 500 mil libras, unos 14 millones de pesos. La antigua propietaria, Joan Baker, falleció el año pasado a los 98 años, detalla el diario Mirror.
El órgano entre las paredes fue construido por su esposo Ronald, que con un amigo logró que el instrumento funcionara, para que Joan pudiera tocar música cuando quisiera.
"Ella se sentaba allí en el rellano intermedio y tocaba el órgano y su esposo Ronald tocaba la trompeta. Ella era la persona más extraordinaria. Murió a la edad de 98 años y había estado desesperada por llegar a los 100. Había vivido en esa casa desde que tenía 21 años. Era en gran medida la abuela de la calle. Tenía un gran sentido del humor. Era simplemente encantadora, muy sociable", comenta a la BBC, Dick Willis, un vecino.
