El Ministerio español de Sanidad notificó este jueves otros 126 muertos de COVID-19, 9,663 contagios más y 105,291 casos desde el inicio de la Semana Santa, lo que representa un 21 por ciento más que en todo el mes de marzo.
La incidencia sigue al alza y se sitúa de media en 202.7 casos por cien mil habitantes en 14 días.
Desde que comenzó la pandemia, 3,396,685 personas se contagiaron y 76,882 fallecieron a causa de la enfermedad.
Tres regiones continúan en situación de riesgo extremo, con una incidencia superior a los 250 casos: en el norte, Navarra (436.8) y País Vasco (358.9), además de Madrid (348.5).
Aun así, la incidencia española es más baja que en Francia (754.2), Italia (371.6) y Alemania (289.4), aunque cuadruplica la del Reino Unido (48.8).
La movilidad y los contactos entre la población en Semana Santa, a pesar de las restricciones de viaje impuestas por las autoridades, han provocado también una subida de la presión en los cuidados intensivos desde el pasado 1 de abril, que ha pasado del 18.4 % al 21.3 % de camas ocupadas. La incidencia acumulada por cada 100,000 habitantes en 14 días ha aumentado 48 puntos.
España ha vacunado a casi doce millones de personas al menos con una primera dosis y ya hay 3,253,537 personas, un 6.9 % de la población, con la pauta completa.