Entre iguales y bajo apoyo, así es la vacunación antiCOVID en Coliseo de Torreón
Como en la muerte, a la hora de vacunarse contra el COVID-19, se igualan todos y todos hacen fila desde temprana hora para recibir el biológico y sentirse más protegidos contra el virus.
Desde poco antes de las 5 de la madrugada, comienzan a llegar las personas en los vehículos de todo tipo, unos de lujo, otros modestos y de modelos atrasados, para tomar su lugar en los alrededores del Coliseo, en Torreón.
La mayoría de los adultos mayores de ambos sexos, van acompañados de sus familiares jóvenes, nietos o hijos que van al volante para acudir a la segunda dosis de la vacuna. También hay taxistas contratados para tal fin.
Los agentes de Tránsito y Vialidad juegan un papel importante desde que van arribando los vehículos por el Periférico, pues los conductores no saben cómo hay que integrarse a la fila y son orientados por los uniformados que les indican por dónde entrar y luego ya se sigue la fila que da vuelta hacia la parte de atrás de las instalaciones de la Feria, en un estacionamiento enorme, de unos 60 mil metros cuadrados, donde se van acomodando cientos de vehículos en filas seguidas y luego, a esperar hasta poco después de las 8 de la mañana que comienza el avance de vehículos para el proceso de vacunación.
Para matar el tiempo mientras comienza la aplicación de las vacunas, algunas personas descienden de sus vehículos a estirar las piernas, caminar, despejarse o acudir a los sanitarios móviles instalados en el enorme estacionamiento, aunque sólo hay uno para mujeres y otro para hombres, de tal manera que también allí se forman grandes filas de adultos mayores.
Los vendedores de gorditas, burritos, agua embotellada y refrescos, llegan a ofrecer sus productos y en poco tiempo terminan su mercancía, pues el hambre comienza a calar y hay que comer.
El orden es evidente y al comenzar a moverse los vehículos ya casi no se detienen y la fila llega al Periférico, por el carril lateral para luego aproximarse hacia el punto de vacunación, donde hay 5 módulos para la aplicación y las servidoras o servidores de la Nación los van acomodando en las 5 filas de manera que vayan más o menos parejas.
Al pensar un poco en toda esta logística, es inevitable no darse cuenta que las y los encargados de aplicar las vacunas, los de apoyo para acomodar los vehículos, los agentes de Tránsito, los elementos de la Guardia Nacional y de la Policía Municipal, son mexicanos que prestan un servicio fundamental para proteger a miles y miles de personas, aunado al gasto extraordinario del gobierno federal para la compra de las vacunas y todo lo que se requiere para su aplicación, como refrigeradores especiales, jeringas desechables, alcohol y torundas en cantidades industriales.