Hay villanos malos, realmente malvados que odiarlos no es difícil, porque son absoluta crueldad convertida en, narrativamente hablando, perfecto enemigo de los héroes de la historia.
Pero también hay villanos casi agradables, divertidos o no tan malos como inicialmente parece, al grado que no hay forma de detestarlos así completamente en rechazo. Estos son algunos ejemplos en el cine.
Gollum en Lord of the Rings
Gollum no es más que producto de la mala fortuna y las circunstancias a su alrededor. Su obsesión por el poder es malsana, pero hay algo de inocencia en su interior, que es difícil ser duros hacia él.
Killmonger en Black Panther
Será la interpretación de Michael B. Jordan, pero el personajes parece amigable y un gran líder. Rechazado por sus ideas, que tienen cierta lógica y abren al debate, es fácil empatizar con él.
Loki en el MCU
Inteligente, ingenioso, intrépido, sarcástico, divertido y mucho más, Loki es la clase de persona que pese a sus travesuras y malas intenciones, uno querría de amigo y por eso y más, es memorable.
The Joker en The Dark Knight
Un personaje que elige ser estrafalario para esconder el trágico del mundo que le rodea, sus motivaciones son entendibles, su carisma, único y contagioso, y su razonamiento, crítico acertado.
Kylo Ren en Star Wars
Deambula más en un personaje que sufre por sentirse incomprendido que en un villano malvado y cruel; por eso no es como para odiarlo, porque nunca llega a tener esa actitud realmente temible.
Mugatu en Zoolander
Ridículamente cómico, hace todo con una extravagancia tan peculiar que incluso puede caer bien. Hay algo en él que hace que verlo menos amenazador y más gracioso, como para temerle.
Elle Driver en Kill Bill: Vol. 1
Hay algo enigmáticamente atrayente respecto a ella, que la hace interesante. Elle es audaz, valiente y decidida, así que incluso cuando es pura venganza acumulada, hay que honrarla digna oponente.