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Las estadísticas en el beisbol

Peña Beisbolera

JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA

No hay deporte cuya práctica genere más información que el beisbol. En buena medida por esta razón se le considera el rey de los deportes. Todas sus jugadas, todos sus lances, tanto ofensivos como defensivos, son susceptibles de quedar registrados. Anotaciones que a su vez, obviamente, se convierten en cifras, datos, números, estadísticas, récords. Este es uno de los aspectos que más fascinan a los aficionados.

Desde muy temprano, en el siglo XIX, así lo comprendieron los creadores de este bello y exacto deporte. Por eso inventaron una forma muy ingeniosa y a la vez sencilla de dejar plasmadas en una hoja de papel tamaño carta, usada por ambas caras, conocida como “box score”, todas –o casi todas— las incidencias de un juego de pelota. Increíble, pero literalmente así es.

Y en la actualidad con las nuevas tecnologías informáticas, ni se diga. Por eso ahora sí, con tan potente herramienta, todo, absolutamente todo, de lo que sucede en un choque de pelota puede quedar rigurosamente registrado.

Pongo un ejemplo de lo anterior, como podría poner otros más: El de los pitchers. A un lanzador se le puede llevar su cuenta de cuánto le batean jugado en casa y de visitante; cuánto a diversas alturas sobre el nivel del mar; cuanto en juegos diurnos y cuánto en juegos nocturnos; cuánto le conectan de hit los bateadores zurdos y cuánto los derechos; a qué tipo de lanzamientos le conectan más imparables (a rectas, curvas, sliders, sinkers, cambios, etcétera) en qué porcentaje de sus lanzamientos y hacia qué direcciones del terreno de juego y en qué entrada más que en otras; a los cuantos lanzamientos hechos su brazo empieza a perder control, velocidad y comando, entre otros muchos datos. Verdaderamente impresionante.

Lo anterior ha dado lugar a una técnica denominada SABERMETRÍA, que produce abundantísima información para los managers y éstos la utilicen si así lo deciden.

El problema ahora consiste en que cada vez más los pilotos echan mano de la “sabermetría”, y por ello para muchos aficionados el juego pierde gran parte de su encanto, se vuelve acartonado, artificial, sin el ingrediente de intuición y genialidad que los managers pueden aportar por su larga experiencia acumulada de cuando fueron peloteros jugadores. Cosas pues de los tiempos.

Sirva este texto a manera de preámbulo para en la siguiente Peña hablar sobre las estadísticas en el beisbol profesional mexicano.

Gracias. 

Juan Antonio García Villa // [email protected]

Escrito en: Peña Beisbolera cuánto, juego, lanzamientos, managers

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