Saltillo

La corrupción nos rompe a todos

Las palabras tienen la palabra

JUAN RECAREDO

Para nada es raro que escuchemos a algún político —o a todos— pronunciar palabras como: justo, honesto, equitativo, honrado y demás calificativos que ellos mismos se adjudican y que no muchos se los creen. “Nuestro gobierno es íntegro e incorruptible, imparcial y ecuánime…” así dicen en sus discursos pero, cada vez que los escucho, me pregunto si realmente sabrán lo que significan estas palabras.

Un señor que es muy ecuánime pues es que tiene mucha ecuanimidad… ¡ah, n’hombre! ¿En serio? Pue sí. La ecuanimidad es ser constante en el estado de ánimo, no dejarse llevar por las emociones y ser imparcial en su juicio. Y ya que andamos con la imparcialidad, ¿será lo mismo ecuanimidad que la imparcialidad? preguntará algún curioso lector. Y yo le contesto: pues más o menos, por ahí va la cosa.

Mientras que el ecuánime mantiene su postura justa, el ser imparcial significa no tener alguna preferencia por las partes involucradas, ya sea a favor o en contra. Mientras que “parcial” significa “una parte del todo”, la palabra “im-parcial” — con ese prefijo “im” que originalmente era la negación “in”— significa “no tomar parte en algo”, o sea que no agarras un lado específico y entonces puedes juzgar con toda rectitud.

A menos, por supuesto, que aparezca el muy conocido y mexicano “moche”, que también conocemos como “mordida”, que es el soborno o dádiva que se ofrece —generalmente de tipo económico, o sea dinero— a alguna autoridad para corromperla y obtener algún beneficio. ¿Y de dónde viene esa expresión de “mocharse” con algo? Sabemos que significa algo así como “compartir” pero el origen de la expresión es difícil de rastrear.

Mochar es cortar o partir, entonces suena lógico que “mocharse” quiere decir que cortes un pedazo de lo que sea para que me lo compartas. Entonces, el “moche” pues es el resultado de mochar algo en partes. Por cierto, por si usted no lo sabía, le digo que “mochar” también significa “dar golpes con la mocha” y la mocha es una forma coloquial para referirse a la cabeza del ser humano. ¡Ándale! Ahora entiendo la expresión esa de “mochar la cabeza”.

Ya sabemos que “dar moches” produce la corrupción y ésta es una palabra que desafortunadamente conocemos muy bien en México. La corrupción es lo que resulta de corromper, que es echar a perder algo, dañarlo, deteriorarlo. El origen de la palabra “corromper” nos dice mucho porque, si se fija usted, está formada por “co”, que es “junto” y “romper” que es “destruir”. O sea que corromper es “destruir algo en conjunto”, porque es igual de dañino tanto el que ofrece el soborno como aquél que lo acepta. Eso es la corrupción: destruir en conjunto.

Como para ponerse a pensar, ¿no cree?

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

[email protected] Twitter: @donjuanrecaredo

ME PREGUNTA:

Fernando James: “El baile regional muy conocido, ¿se llama guapango o huapango?”

LE RESPONDO:

Aunque en muchas regiones le dicen “guapango”, lo correcto es huapango. Según los etimólogos, proviene del náhuatl huapalli que es “tabla de madera” y pantli que es una fila.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Los libros de historia que no contienen unas buenas mentiras, son sumamente aburridos.

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