Centros nocturnos de Saltillo luchan por sobrevivir

A pesar de que la actividad nocturna trata de volver a la normalidad, esto aún no es posible, pues los efectos que ha dejado a su paso la pandemia de la COVID sigue afectando a propietarios de bares y cantinas.

Por lo anterior, Eli Escobedo Ponce, propietario del ROOTS ubicado en el primer cuadro de la ciudad, recordó que desde el año anterior los efectos de la pandemia los afecto luego de que se vieran obligados a cerrar sus puertas temporalmente.

Manifestó que a la fecha aún es un problema, ya que no se han recuperado al cien por ciento, ni acude la gente que normalmente iba al lugar, ya que muchos prefieren no salir y estar en sus casas.

Aseveró que los cupos están limitados, sin embargo se cumple al cien por ciento los protocolos de salubridad que han exigido, como es el caso de aplicar gel antibacterial al momento de ingresar, así como la temperatura, y uso obligatorio del cubrebocas.

“También nos pega en lo económico, pues no es la misma afluencia de hace dos años a la actual, incluso mucho de los eventos que se tenían programados se cancelaron”, expuso.

Sostuvo que aún no se puede abrir al cien por ciento, pues se continúa con ciertas restricciones, pero obviamente la afectación sería mayor si de nuevo se cierran por completo este tipo de establecimientos.

Cabe recordar que la semana anterior el gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme Solís, no descartó la posibilidad de que se pidan los certificados de vacunación a quienes ingresen a este tipo de establecimientos, lo cual comentó que esto sería positivo por lo que no tendrían ningún problema en acatar este tipo de medida.

“A final de cuentas tenemos que acatar las medidas de salubridad que se implementen, entonces para poder seguir operando y evitar que se vuelvan a cerrar, sin ningún problema haremos las cosas como nos las pidan”, afirmó.

En cuanto a afectaciones se refiere, manifestó que una de las principales es la pérdida de empleados, situación similar que registraron varias empresas e industrias, pues llega un punto en el que ya no se tiene la capacidad de pagar, el cual es el problema más fuerte a la que se han enfrentado.

“Redujimos gastos, plantilla laboral, y eso es malo para la gente que trabaja con nosotros. En la actualidad solo tenemos un 80 por ciento de aforo permitido, ya que el lugar es pequeño, pero por ejemplo el año anterior, fue del 50 por ciento, y con ello nuestros ingresos se redujeron en más del 50 por ciento, ya que no va la mitad de la gente que cabe o de la capacidad que teníamos permitida, era menor”, reveló.

No obstante, afirmó que del 80 por ciento de aforo que tienen permitido, en la actualidad solo acude entre 40 y 50 personas, pues el acceso es limitado.

Asimismo, dijo que para lograr un mayor número de ingresos se adoptaron nuevas medidas de venta, y como también cuentan con servicio de restaurant, realizan publicidad en plataformas digitales, mismas que han sido útiles para ofrecer servicio a domicilio, lo cual también fue una forma en la que pudieron salir a flote.