México

Juegos Olímpicos, de la mano de la tecnología contra la pandemia

La fiesta olímpica donde participarán 11 mil 90 atletas de todo el mundo busca subrayar la estrategia que ha seguido Japón contra el coronavirus

Juegos Olímpicos, de la mano de la tecnología contra la pandemia

Juegos Olímpicos, de la mano de la tecnología contra la pandemia

AGENCIAS

Hitoshi Oshitani, reconocido virólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tohoku en Japón, decía hace un año que la única forma de contener un virus era aprender a coexistir con él. Los Juegos Olímpicos que iniciarán en unos días en Tokio buscan materializar estas palabras con una prueba de fuego frente a los fatigados ojos del mundo por el impacto del COVID-19.

La fiesta olímpica donde participarán 11 mil 90 atletas de todo el mundo busca subrayar la estrategia que ha seguido Japón contra el coronavirus desde el inicio de la pandemia: extremar medidas, pero sin reclusiones forzadas. El gigante asiático ha acumulado alrededor de 15 mil muertes relacionadas con COVID-19, un número relativamente bajo que, sin embargo, ha tenido olas de repuntes de casos.

Muchas de las estrategias que han seguido desde el inicio de la pandemia no son las que prioritariamente se han ocupado en el mundo occidental. Un ejemplo de esto es el trabajo remoto. Según datos del Japan Productivity Center (JPC), el trabajo a distancia se incrementó menos de 20 %, mientras que en Estados Unidos la cifra se elevó a casi 50 %. La tercera nación más rica del mundo tiene un gran despliegue tecnológico, pero las interacciones interpersonales a nivel laboral y la filosofía en torno a la productividad todavía están arraigadas en una tradición que no se puede manifestar vía Zoom; sin embargo, otras herramientas fueron indispensables para mantener la pandemia al límite: el uso del tapabocas y la sana distancia forman parte de los códigos culturales de respeto y prevención, previos a esta pandemia.

El seguimiento de casos, vía aplicaciones por celular tuvo fuerte impacto y esta estrategia es una de las cartas fuertes para el seguimiento de potenciales brotes en los Juegos Olímpicos. COCOA (COVID-19 Contact Confirming) es una de las apps de descarga obligatoria para vigilar el estado de atletas y personal relacionado, quienes serán continuamente evaluados, de hecho, los residentes de la Villa olímpica se someterán a pruebas de COVID-19 todos los días y el GPS de sus teléfonos activará una alerta en caso de que alguien sea detectado con el virus. El Comité Olímpico Internacional ha publicado manuales precisos para que los visitantes sepan el tipo de aplicaciones y cuestionarios que deben atender.

1455241.jpeg

En Japón también surgieron diversas estrategias de desinfección contra el virus que reforzarán la higiene en los espacios donde se desenvuelven los atletas, tal es el caso de sus módulos de lámparas que emiten luz ultravioleta alrededor de una longitud de onda de 222 nanómetros, desinfectando espacios de alrededor de cuatro metros cuadrados en un par de minutos, ideales para instalaciones públicas de uso frecuente, como baños y pasillos.

Para los expertos, uno de los lugares de mayor preocupación son las áreas de comida, pues los brotes en restaurantes, aún con barreras plásticas, se han mantenido en todo el mundo. Se busca reducir en la mayor medida posible el impacto con los locales, es por eso que una serie de vehículos autónomos circulan interior de la villa olímpica, además de que han sido diseñadas experiencias de realidad aumentada para que los atletas que quieran ver eventos donde no participan, puedan vivir experiencias inmersivas, pero sin estar presentes.

Los reyes de la robótica

A pesar de que no podrán mostrar todo su encanto a los espectadores, que estarán prohibidos en las competencias, los robots seguirán auxiliando en diferentes tareas. El robot de telepresencia T-TR2, equipado con una cámara encima de una pantalla de video de tamaño real, permitirá que las personas se comuniquen desde locaciones remotas, mientras que robots de soporte de campo serán los encargados de recuperar objetos, como discos y jabalinas, en los eventos de pista. Para levantar objetos más pesados, el personal olímpico utilizará exoesqueletos que reducen el peso de la carga en un 30 %. Los encuentros amorosos también tendrán que ser virtuales, pues la repartición de preservativos, común en los Juegos Olímpicos desde finales de los ochenta, se limitara en esta edición.

Miraitowa y Someity, los robots mascota, ganaron habilidades con la pandemia, pues aunque no podrán estrechar directamente a los atletas, sumaron nuevas habilidades para entrar en contacto con ellos. El año de espera les sirvió a sus creadores para volverlos más realistas: se cubrieron de un material flexible impreso en 3D, muestran movimientos oculares para hacerlos entrar rápidamente en contacto visual con quien se ponga enfrente y poseen una red de sensores para controlar a detalle cada una de sus articulaciones. En medio de la pandemia, el mercado de la robótica en Japón ha experimentado un auge y según estimaciones del ministerio de la industria, se espera que crezca aún más, multiplicándose por cinco en una década.

La red del sistema de cámaras de seguridad desplegada en los más de 40 sitios donde habrá competencias, utiliza la inteligencia artificial para reconocimiento biométrico que facilitará accesos y registros de los atletas, quienes deberán abandonar el país dentro de los dos días posteriores a sus eventos. Se espera que el 80 % de los atletas estén vacunados, pero la descalificación será inmediata tras la detección de un contagio.

Las prefecturas circundantes a Tokio tendrán restricciones de movilidad después de un par de semanas de que concluyan los juegos para evitar que algunos de los casos detectados puedan permear en brotes más allá de las fronteras de la gran ciudad.

Prácticamente se ha alcanzado la vacunación total de todo el personal del Comité Olímpico Internacional y de 80% de la prensa acreditada. Otra de las estrategias fue aumentar el ritmo de vacunación de la población de manera vertiginosa. Se alcanzó la cifra de un millón de vacunas aplicadas por día a finales del mes pasado, pero la tasa de vacunación sigue siendo baja (20. 41 % de la población, según datos del Coronavirus Resource Center de la Universidad Johns Hopkins) y la llegada de Delta, la variante con mayor probabilidad de propagación, sigue alertando.

De supercomputadoras y otras cosas

Para poder evaluar los riesgos, la creación de algoritmos es fundamental. El instituto de Investigación RIKEN (que congrega a tres mil científicos de siete universidades) en colaboración con Fujitsu, una compañía global japonesa en el sector de las TIC, desarrolló la supercomputadora Fugaku. Este monstruo computacional será una de las herramientas más poderosas con sus modelos de propagación del virus. Fugaku es capaz de ofrecer simulaciones de gran precisión sobre el poder de diseminación del virus de partículas fluidas que pueden moverse en el aire con diferentes niveles de riesgo, según el medio de proyección: hablar, toser, cantar, gritar. Esta información se conjuga con variables como lugar, temperatura y conglomerado de personas.

Los resultados de esta computadora que empezó a trabajar hace más de un año, comprobaron la eficacia del cubrebocas y a la fecha sigue realizando importantes funciones relacionadas con la pandemia, como la identificación de posibles tratamientos contra el COVID-19, estimando el poder de interacción con las proteínas del SARS-CoV-2. Las cifras oficiales reconocen que el gobierno de Japón ha invertido más de 15 mil millones de dólares en los Olímpicos y Paralímpicos, además de otros cinco mil millones, de la iniciativa privada.

80 por ciento

de los atletas podrían estar vacunados para el inicio de la justa olímpica.

11,090 atletas

de todo el mundo pondrán a prueba la estrategia de Japón contra el coronavirus.

Escrito en: Juegos Olímpicos de Tokio juegos olimpicos atletas, mundo, Japón, Juegos

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de México

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Juegos Olímpicos, de la mano de la tecnología contra la pandemia