EDITORIAL

Será una segunda mitad complicada

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Si la primera mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue conflictiva, errática y polémica, esté pendiente a la segunda parte porque seguramente será todavía peor.

Técnicamente la última parte del sexenio dará inicio el próximo primero de octubre toda vez que este régimen concluirá el 30 de septiembre del 2024.

Pero lo cierto es que las elecciones de junio pusieron las bases para lo que será el resto del gobierno morenista al conseguir de nuevo la mayoría simple de la Cámara de Diputados -más no la mayoría calificada-y arrollar en varios estados de la República.

En pocas semanas Morena gobernará 17 estados mexicanos en donde tendrá el control de los congresos estatales e infinidad de alcaldías. Con las elecciones de este año, Morena se afianzó con amplio margen en la primera fuerza política de la nación.

Bajo esa perspectiva López Obrador aprovechará al máximo para continuar el proceso de cambio realizado a lo largo de su gobierno que no es otra cosa que el desmantelamiento del sistema anterior conocido como el régimen neoliberal.

AMLO canceló en la primera mitad de su administración las reformas en energía y en educación, el aeropuerto de Texcoco, el seguro popular, el programa de estancias familiares además de unos cien fideicomisos que apoyaban a muy diversos sectores.

Ahora en los últimos tres años se espera que el presidente tabasqueño intente avanzar en sus planes progresistas y en sus deseos de conseguir mayor control y poder a nivel nacional.

López Obrador buscará destruir las bases de la economía liberal que se implantó en los últimos sexenios para dar paso a la añeja economía mixta con amplia injerencia del estado y que dominó a México en los años del priismo populista de los años 70 y 80 del siglo pasado.

Por ello abrió el Banco del Bienestar, una distribuidora de medicamentos, la paraestatal Gas Bienestar y está en proceso la creación de una aerolínea con inversión pública y privada que evidentemente será manejada por el gobierno federal.

A ello hay que agregar la transformación del Ejército Mexicano en un consorcio constructor para ejecutar las obras del aeropuerto Santa Lucía y del Tren Maya dejando fuera a decenas de empresas mexicanas que vivían de los proyectos públicos.

En la última mitad del régimen surgirá la reforma administrativa que pretende desaparecer el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y convertir al Instituto Nacional Electoral en un apéndice del Poder Judicial.

En el camino podrían surgir más ocurrencias presidenciales como crear una cadena de televisión, un periódico oficial, una compañía de hoteles e incluso una empresa telefónica estatal como sucedía en los tiempos de Luis Echeverría y José López Portillo.

Será en el campo político donde López Obrador intentará expandir su poder, por lo pronto colocará a gobernadores de otros partidos que le han sido afines en embajadas y otros cargos públicos como Quirino Ordaz de Sinaloa y Antonio Echeverría de Nayarit. Falta ver que puesto le concederá a Claudia Pavlovich de Sonora e incluso a Javier Corral de Chihuahua.

Más que dividir a la oposición o premiar lealtades, López Obrador pretende sacar a estos personajes de sus estados para que dejen gobernar sin obstáculos a los de Morena.

Por último, el primer mandatario dará rienda suelta a su ambición de convertirse en un líder regional y por ello invitó al presidente cubano Miguel Díaz-Canel a los festejos de la Independencia de México en donde López Obrador aprovechó para condenar el bloqueo a Cuba y solicitar a Joe Biden un cambio de la política norteamericana a la isla caribeña.

Ante tantos problemas en México, ¿por qué meternos en asuntos lejanos como el mítico bloqueo y desatender a países más pobres como Haití y Jamaica que además no sufren bloqueo?

Por cierto, el fin de semana se llevará a cabo en Palacio Nacional una cumbre Latinoamérica y del Caribe que inaugurará López Obrador con la participación de presidentes progresistas y de izquierda lo que levantó escozor en varios sectores del país.

Será, pues, una segunda mitad de gobierno muy complicada donde la 4T pretenderá consolidarse y alargar su poderío por lo menos durante un sexenio más.

NOTICIA FINAL…

Salió bien librado el gobernador de California, Gavin Newsom, al ganar por amplio margen la elección de revocación de mandato promovida por sus enemigos políticos. En tanto, el cronista conservador Larry Elder consiguió el mayor número de votos como candidato opositor lo que lo ubica como seguro contendiente de los republicanos en noviembre del 2022.

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Escrito en: Obrador, López, gobierno, mitad

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