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¿Tienes nuevo jefe?

JUAN MANUEL GONZÁLEZ

Muchas empresas están realizando cambios importantes y radicales en su estructura organizativa motivados por situaciones económicas y por la pandemia del COVID. Peter Drucker lo advertía: “La mejor organización no asegura los resultados, pero una estructura equivocada es una garantía de fracaso”. Son tiempos de estructuras que empoderen más a las personas y que por lo tanto obliguen a desarrollar de manera más decisiva el talento en la organización. 

Para implantar un cambio organizacional se requiere la decisión y voluntad firme de los directivos y su compromiso y responsabilidad con el cambio. Debe haber una definición clara y precisa de los elementos que se quieren modificar y estar conscientes de la necesidad de atender no solo al factor técnico, sino también al factor humano. Los inicios de la implantación de un cambio suelen ser costosos, con un rendimiento inferior por parte de los trabajadores y obteniendo peores resultados hasta que la situación se normaliza. 

Con frecuencia, el cambio va a suponer un conflicto entre grupos y equipos de trabajo que pueden ver en el cambio una pérdida de intereses y derechos que se habían originado y asentado dentro de la organización. Se puede presentar un deterioro de las relaciones interpersonales y con ello, una disminución del rendimiento de los equipos de trabajo y falta de cooperación entre compañeros. Las personas que afrontan una situación de cambio, pueden reaccionar de forma positiva, neutral o negativa. La reacción negativa se conoce como resistencia al cambio. 

No importa cuántos años ha trabajado la ´persona en la empresa, cuando se tiene un nuevo jefe, la situación es muy estresante. En lo personal, cada miembro de la organización tiene un reto importante que debe afrontar: su relación con el nuevo jefe, cómo construir confianza desde el principio, y cómo obtener la retroalimentación necesaria para el éxito. Se requiere además que entendamos al nuevo jefe. 

A menudo la situación de cambio organizacional implica reaprender como adaptarse de nuevo a la organización ya que todo lo que se haya hecho anteriormente de manera efectiva con el jefe previo, no necesariamente puede ayudarlo con su nuevo jefe. Pasar de trabajar con un jefe muy sociable, hedonista y asertivo, a trabajar ahora con un jefe muy callado, cauteloso y muy serio, fuerza al empleado a aprender nuevos hábitos, ajustar su comportamiento y reaprender cómo adaptarse. 

Aunque no existe una formula universal simple para mejorar la habilidad de adaptación al nuevo jefe, la buena noticia es que podemos tener éxito si nos hacemos las preguntas correctas. 

¿Con quién debo relacionarme en la empresa, fuera de mi equipo de trabajo? La vieja premisa continúa siendo válida: lo que tú sabes es con frecuencia menos importante de a quién conoces. La habilidad para influenciar en otros mejorará si logramos descifrar las redes informales que gobiernan la dinámica social de la nueva organización. 

¿Cómo ser flexible en la comunicación? Con la incertidumbre a corto plazo de cuál será el ambiente de trabajo -trabajar desde casa. Regresar a la oficina, algún tipo de trabajo híbrido, etc.-, es muy importante ser flexible acerca de cómo comunicarse con el nuevo jefe, particularmente si antes no había ninguna conexión común con él o ella. 

¿Cuál es la mejor forma de obtener retroalimentación del jefe nuevo? Puedes establecer una rutina para obtener información de tu desempeño mediante una charla semanal o quincenal o mediante mensajes de correo electrónico para ayudarte a calibrar tus esfuerzos para mejor tu desempeño y dar mejores resultados al nuevo jefe y a la empresa. 

¿Qué puedo hacer para apoyar a mie equipo y agregar valor a la empresa? Esta pregunta te ayuda a aclarar tu papel en la empresa y a alinearte con tu jefe en expectativas y en priorizar estratégicamente trabajos y esfuerzo. 

¿Qué haría mi nuevo jefe si estuviera en mis zapatos? Esta pregunta no es solo una invitación a tu jefe para que empatice contigo viendo todo desde tu perspectiva, también muestra que lo respetas y que aprecias su experiencia. Sin importar que consejo te dé, esto crea una buena comunicación entre los dos y aumenta tu conocimiento de cómo piensa, siente y actúa tu nuevo jefe. 

¿Cómo puedo aumentar el desarrollo de mi potencial? Tú puedes pedir a tu nuevo jefe que evalúe y te ayude a desarrollar tu potencial, los mejores líderes son excelentes mentores, esto te ayudará a ser pragmático y tener muy claros tus objetivos para promociones y ascensos futuros. 

¿Qué podría estar haciendo mejor? Esta pregunta hace que tu nuevo jefe te proporcione una ayuda valiosa para cerrar la grieta entre como es tu desempeño y cuáles son las expectativas de tu jefe respecto a tu trabajo y muestra tu empeño en entender cómo puedes hacer mejor las cosas, aun si ya las estás haciendo bien. 

Cada persona es única, incluso tú y tu nuevo jefe, esto significa que estas preguntas pueden no ser aplicables en tu situación específica. Pero la regla general persiste: el éxito de tu carrera se verá acelerado si tú puedes tener una excelente relación con tu jefe. 

Fuente de referencia: Tomás Chamorro-Premuzic, director de innovación en Manpower Group.

Escrito en: nuevo, jefe, cómo, cambio

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