EDITORIAL

Brian Nissen y el fósil viviente

CAMBIO Y FUERA

ADRIANA MALVIDO

Lleva más de 450 millones de años en el planeta. Ya estaba ahí cuando sólo había vida en los océanos. Ha sobrevivido a múltiples eras de hielo, al impacto del asteroide que aniquiló a los dinosaurios y a 12 extinciones posteriores. Se llama Limulus, tiene sangre azul, sensores ocultos y más de diez ojos.

Este fósil viviente ha llamado la atención de personajes como: Linneo, el botánico sueco del siglo XVIII que le dio su nombre latino Limulus polyphemus. Sir Walther Raleigh quien lo bautizó como "cangrejo herradura" aunque más bien se trata de un protoinsecto. El científico Frederick Bang que ya en el siglo XX se preguntó cuál era su secreto de supervivencia y encontró cualidades insólitas en su sangre. Los indios algonquinos y los Winnebago que le llamaron "la bestia del arcoíris de la noche". Y como Brian Nissen que lo descubrió con ojos de artista y lleva 20 años enamorado de esta rareza tan temible en su aspecto como maravillosa en sus formas y cualidades biológicas. Son tan perfectas que no han tenido que cambiar desde que habita las profundidades arenosas de los mares y sale a las playas a reproducirse y desovar una vez al año.

Quizá Nissen tiene una mirada como la del Limulus. Este ser vivo puede ver la luz visible, pero también la ultravioleta, y tiene capacidad de visión lateral y múltiple. "Para cualquier artista, cultivar la facultad de observación es imprescindible: es el modo de conectarse con el mundo", dice el pintor. Y desde que se topó con miles y miles de Limulus un día supo, como diría Alberto Ruy Sánchez, que estaba frente a un "fenómeno excepcional de la vida". En sus palabras: "Encontré un raro y fascinante esplendor en este animal, algo de Bella y Bestia, sencilla en su exterior y barroca en su interior".

Cuenta: "Cada año, en la noche de la primera luna de mayo que proporciona la alta marea de la primavera, los cangrejos herradura aparecen por millones a celebrar su luna de miel en las playas de la costa este de Estados Unidos, desde Maine hasta Florida y el norte de Yucatán en México". Un día caminaba en una playa de las costas de Nueva Inglaterra cuando vio aquel fenómeno natural. Parecía un ejército de cascos de hojalata con larga cola, como salido de un bestiario medieval, en movimiento. Inició la exploración artística.

Brian Nissen juega con sus formas en relieves, pintura, cerámica, escultura, collages; y una gran selección de su obra alrededor del Limulus, el fósil viviente puede verse en la galería del Seminario de Cultura Mexicana hasta el 9 de enero. Como en su serie Mariposa de Obsidiana, hoy le da voz artística a una especie que nos antecede en el planeta desde tiempos inmemoriales y que seguramente seguirá por aquí cuando nosotros no estemos.

Se ha descubierto que este artrópodo de 50 centímetros que habita el inframundo submari no del Atlantico y se alimenta de moluscos, gusanos y otros invertebrados es, literalmente, de "sangre azul" debido a la cantidad de cobre que contiene, por lo que ya se usa en hospitales de todo el mundo para la detección de infecciones bacterianas. A la presencia de una bacteria, la sangre del Limulus se vuelve gelatina y esa coagulación tiene como propósito inmovilizar la bacteria y sellar el paso del patógeno al resto del cuerpo.

Hermosa metáfora la que nos regala Brian Nissen. El arte y la belleza, como la sangre del Limulus, nos blinda y nos ofrece otra mirada a las formas de vida que nos rodean. Somos un suspiro en la historia del tiempo. Les deseo un muy buen año 2022.

[email protected]

Escrito en: Nissen, tiene, Limulus, Limulus,

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas