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Esta es la visión de los nuevos compositores laguneros

Hoy 15 de enero se celebra el Día del Compositor en México

Esta es la visión de los nuevos compositores laguneros

Esta es la visión de los nuevos compositores laguneros

SAÚL RODRÍGUEZ

El maestro mexicano Mario Lavista (1943-2021) alguna vez definió a la composición musical como una aventura del espíritu o del alma. Es esa misma travesía la que, a través de los siglos, tanto hombres como mujeres (aunque con menor visibilización) han decidido seguir sobre un pentagrama o, más recientemente, en la virtualidad de alguna aplicación cibernética.

Hoy en día, La Laguna cuenta con una talentosa generación de compositores jóvenes, adaptados a su tiempo y buscadores de su propio sonido más allá de los soportes tradicionales. Su genio contiene ideas que dan frescura al ejercicio musical en la región. Algunos de ellos ya han conseguido que sus piezas sean interpretadas en Europa y Estados Unidos, otros enfocan su vista hacia la labor comunitaria y en compartir sus conocimientos.

Al tiempo que se continúa empleando la tinta sobre el pentagrama, los nuevos compositores también abordan las nuevas tecnologías; modifican sonidos pregrabados gracias a un software o se adentran con más profundidad en la informática y comienzan a crear música mediante códigos de programación.

En el Día Nacional del Compositor en México, la grabadora de El Siglo de Torreón registró las voces de los compositores Alejandro Vera, Liliana Rodríguez Alvarado y Omar Padilla Nava, para así conocer su filosofía musical y visión de la composición.

PONER EN ALTO AL PAÍS

Para Alejandro Vera, el compositor siempre ha sido un personaje introvertido. Si bien la pandemia obligó al confinamiento, los creadores de la música ya solían estar encerrados, concentrados en llevar a cabo su tarea. En ese tenor, la apertura de las redes sociales ha propiciado conocer la música de compositores provenientes de distintas culturas y portadores de variadas estéticas. Aunque, también es indudable la influencia del entorno en su propia creación, tal fue el caso de la pieza Murciélago (2021).

"De hecho, cuando surgió la pandemia me tocó hacer una pieza para saxofón y electrónicos, que no solamente hablara de esta catástrofe, sino también de diferentes catástrofes en la historia. En la pieza, el saxofón crea un discurso con los electrónicos y existen diálogos de diferentes medios, de diferentes países, hablando de los sucesos que han pasado. Por ejemplo, puse diálogos de Bataclan en París, diálogos de conductores hablando sobre los terremotos que han pasado en Japón y sobre la actual pandemia puse diálogos de Italia, que fue de los primeros países en vivir el contagio total".

Vera vivió el inicio de la pandemia en Croacia, país donde estudió la maestría en música y composición, en la Muzicka akademija, Sveucilište u Zagrebu (Conservatorio de Zagreb, Universidad de Zagreb, Academia de Música). En febrero de 2020, su pieza Axolotl fue tocada en ese país, en un cartel que también incluyó a compositores nacionales consagrados como Hilda Paredes o el recién fallecido Mario Lavista.

Desde su perspectiva, el también egresado de la licenciatura de música y composición por la UANL, indicó que existen muchos compositores nacionales buscando poner en alto al país. Por tal motivo, ve necesario la creación de espacios para propuestas nuevas. Si bien, los grandes maestros de la música (Mozart, Beethoven, Bach, etcétera) no tienen vigencia, los nuevos tiempos exigen buena música, proveniente de nuevas mentes.

"Aprovecho para decirle a todas las orquestas o a quien vaya a leer esto que hay muchísimo talento, que en cierto punto es un poco triste que no haya oportunidad para compositores nuevos o compositores que están haciendo grandes cosas. Claro que hay ensambles que hacen la diferencia, sobre todo en Ciudad de México y Monterrey, pero si lo comparamos con todos los ensambles u orquestas que hay en el país, creo que somos como el cinco por ciento".

ABSTRACCIÓN

La incursión de Liliana Rodríguez Alvarado en el Conservatorio de las Rosas de Morelia, tuvo el aprendizaje de la viola como obertura. Posteriormente, algunas circunstancias hicieron que la lagunera optara por el camino de la composición contemporánea. Aún recuerda bien el llamado que sintió al escuchar la Sequenza para voz (1966) del compositor italiano Luciano Berio.

"Se piensa que la composición actual de los jóvenes se desenvuelve en puro ruido, pero no, hay una variedad de chavos y chavas que hacen cine, noise, performática, etcétera".

Señala que una de las críticas que han recibido muchas obras contemporáneas es que emplean "puro ruido", o que sus creadores lo han decidido así por carecer de conocimientos musicales, cuando la realidad es que muchos de estos artistas han egresado de los mejores conservatorios del país, pero su búsqueda musical se ha apartado de lo tradicional.

Las obras de Liliana Rodríguez Alvarado han sido ejecutadas en distintas partes del orbe: Círculos, pieza hecha con programación en vivo y poesía sonora, se tocó en Grecia en 2019; Canción para voz y arpa Carrillo16, se presentó en 2015 en el CalArts de Los Ángeles, Estados Unidos; otra nación fue Alemania. En 2015 fue becaria del programa Prácticas de Vuelo en el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS) de Morelia, donde trabajó su pieza Azul. En Torreón, la compositora es fundadora del ciclo de música experimental El sonido del silencio.

"Me enamoré de la composición con una obra súper loca, entonces mi estética siempre ha sido medio abstracta, noise, silencio, ruido. Así fue, desde ahí siempre me gustó mucho el proceso creativo".

Si se revisa la lista de los compositores que han existido en toda la historia, las mujeres apenas y son mencionadas. El tema se mantiene en los festivales actuales, donde los hombres siguen apareciendo en mayor porcentaje que las féminas y estas se ven obligadas a organizar sus propios eventos para dar oportunidad a sus compañeras.

"Justo, yo en la escuela no estudié mujeres, ya las conocí por mi curiosidad o por páginas sobre mujeres en la electrónica, como Pauline Oliveros, pero en la escuela no me enseñaron nada de eso".

Por último, la compositora invitó al público lagunero a tener interés o curiosidad por la música contemporánea que se hace en Torreón.

"Aquí hay mucho talento y se están produciendo cosas de un nivel académico global, mundial y no nos detenemos a conocer a nuestros artistas, por eso nos tenemos que ir de aquí".

FILOSOFÍA MUSICAL

Para Omar Padilla Nava, la música es la más abstracta de las artes. Su esencia inmaterial ha sido objeto de reinterpretaciones; el ser humano siempre busca dar sentido al sonido, a una melodía, a una frase, a un ritmo, pero apelando a su subjetividad desde distintos campos de estudio.

"Me parece que eso va deteriorando el carácter originario de la música, como que tratamos siempre de buscar una relación con algo que conocemos y no como algo que desconocemos, añadiendo una semántica diferente, incluso asemántica. La psicología tiene su propia semántica, la filosofía tiene su propia semántica y la música carece de ese sentido, de esa significación, siempre buscamos relacionarla a algo para darle sentido".

Padilla Nava estudió jazz en el Conservatorio de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), ha incursionado en la composición de música jazz, cine, arte sonoro y electrónica. En 2016 fue becario del programa Prácticas de Vuelo, lo que le permitió componer su pieza Daysilirion en el CMMAS de Morelia. Además, es guitarrista en la Big Band Jazz Coahuila (BBJC) y el año pasado fundó el Colectivo de Improvisación Jazz en La Laguna.

Para él la música es un lenguaje, porque comunica a través de acordes, ritmos, cambios de compás y dinámicas. A la vez, un lenguaje es la capacidad humana que conforma el pensamiento, conocimiento y comprensión del mundo, una idea en la línea del filósofo Ludwig Wittgenstein. La música tiene su propio significado y en muchas ocasiones el espectador busca justificar lo que ha sentido. En este rubro, Padilla Nava también hace una reflexión sobre la falta de espacios para la música nueva.

"Es un manejo político a final de cuentas. Ponerle nombre a la música o ponerle significado a la cultura a través de la música clásica, creo que es determinante en este punto que mencionas, donde la idea central es que la figura de un compositor es aquel que hace música clásica y no hay más, porque eso es lo que nos dan, los que nos proveen estas personas que están al mando de la cultura, que se visten de agentes culturales, pero que tienen fines muy diferentes a los artísticos. ¿Dónde está el espacio para la nueva música? ¿Dónde está el espacio para los nuevos compositores, para las nuevas tecnologías? ¿Dónde están los festivales de música nueva?".

Escrito en: cultura música, compositores, pieza, siempre

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