Cultural

Juan Villoro se une al centenario de El Siglo

El autor visitará este diario para presentar su nueva novela titulada La tierra de la gran promesa

Juan Villoro se une al centenario de El Siglo

Juan Villoro se une al centenario de El Siglo

SAÚL RODRÍGUEZ

Con alma de escritor y periodista, Juan Villoro (1956) aparece en la pantalla desde su hogar en Ciudad de México. Lo rodean sus libros, ideas y los estragos de una pandemia que cambió al mundo.

El virus apagó su oído izquierdo, sale poco, pasa su tiempo escribiendo, realizando rutinas domésticas, no pierde el hábito de la lectura y ha disfrutado Ñamérica (2021) del autor argentino Martín Caparrós.

La cadencia singular de su voz compone respuestas sobre su infancia, ese esbozo de crianza entre el análisis psicoanalítico de su madre y la guía filosófica de su padre. Su memoria arde, como ese fuego que contempló cuando el edificio donde tomaba clases de guitarra se consumió, o tambiénlas llamas que envolvieron a la Cineteca Nacional en el incendio de 1982.

Esta última anécdota aparece en su reciente novela La tierra de la gran promesa (Literatura Random House, 2021), la cual presentará el próximo jueves 10 de febrero en las instalaciones de El Siglo de Torreón cuando el reloj indique las 19:30 horas.

“Tuve una infancia en la que me sentía muy desconectado con el medio porque estudié en el Colegio Alemán durante nueve años y precisamente me tocó la suerte de estar en el grupo de los alemanes. Llevé todas las materias en esa lengua salvo Español, quizá por eso me gusta tanto el castellano”.

Villoro tiene 65 años de edad y la autoría de más de una veintena de libros. Su trayectoria se entinta con reconocimientos como el Premio Herralde (2004), el Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán (2006), el Premio Artonin Artaud en México (2008), el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso (2012) y el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez de la XXVII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) (2013). Además, desde 2014 es miembro de El Colegio Nacional.

“En mi formación lo más importante fue un deseo de pertenencia, de formar parte de algo más seguro y más confiable. Ese deseo lo encontré accidentalmente en distintas cosas”.

Esos núcleos de pertenencia los descubrió en el mismo corazón de la Ciudad de México y el barrio de Mixcoac, en el idioma español y sobre una alfombra de pasto verde donde 22 jugadores recitan con un esférico la poesía del balompié.

“Desde que mis padres se divorciaron, donde veía a mi padre era en los estadios de futbol. Me llevaba todos los domingos a los partidos. En México hay suficientes equipos para que cada domingo haya un juego. Me aficioné mucho al juego, quizá también por la compañía que me daba mi padre. Eso te da una pertenencia, apoyar a un equipo, etcétera”.

Si bien sus padres irradiaban una formación académica que provocó la presencia de libros en su casa, Villoro no tuvo realmente conexión con la literatura hasta que leyó la novela De perfil (1966), escrita por el mexicano José Agustín.

“Ahí entronca todo lo que te comentaba. Este deseo de pertenecer a algo lo encontré en la novela, porque ahí está la Ciudad de México. La novela de José Agustín transcurre en la colonia Narvarte y yo vivía en la colonia Del Valle. Son dos colonias de clase media muy parecidas. En esta obra está el gusto por el lenguaje; es una novela escrita en un lenguaje irónico, coloquial”.

La tierra de la gran promesa

La nueva novela de Juan Villoro, titulada La tierra de la gran promesa, se describe como una metáfora del México contemporáneo. En ella se aborda la relación entre la información y la realidad. Es la historia de un documentalista, alguien con el ojo bien entrenado para realizar coberturas en zonas de riesgo del país.

El texto cuestiona los compromisos morales que el cineasta contrae respecto a esta práctica, marca los límites que posee para manifestar su verdad y observa cómo su vida se transfigura gracias a este ejercicio.

“Creo que son preguntas muy importantes para todos los que nos interesamos en la cobertura de la realidad. Entonces, me parece oportuno y, por supuesto, es un honor presentar la novela en El Siglo de Torreón en la celebración de su centenario”.

El personaje del documentalista es acompañado por una mujer sonidista. Al igual que muchos mexicanos, el imaginario de Villoro se encuentra poblado de referencias cinematográficas. La mitología contemporánea es eco del séptimo arte: el ser humano siempre es perseguido por fotogramas de su pasado.

“El cine ha tenido una repercusión social muy fuerte en nuestras vidas. Es decir, la primera vez que sales con una chica suele ser una invitación al cine. Hay una participación social en lo que deriva de las historias que recibimos en la pantalla. En alguna época pensé escribir para el cine y quise estudiar cine en Italia, pero, en fin, aquello no prosperó. Creo que el cine no está en su mejor momento hoy en día, se ha convertido más que nada en una industria que reproduce fórmulas y quedan pocas búsquedas individuales”.

En La tierra de la gran promesa, Juan Villoro aprovecha el privilegio de la literatura para entrar en la piel de una profesión ajena y reflexionar sobre su metodología. El protagonista realiza un tipo de cine parecido al trabajo de Villoro como cronista, de cercanía a la gente.

Sobre autores coahuilenses

Vicente Alfonso, escritor torreonense y colaborador de la revista Siglo Nuevo, será el encargado de acompañar a Villoro en la presentación de su novela. El Siglo de Torreón recibirá así a dos escritores reconocidos que entienden perfectamente el idioma del periodismo y sus herramientas como la entrevista o la crónica.

“Vicente Alfonso es un autor que aprecio mucho en su faceta como cronista, ensayista y novelista. Él estuvo muy cerca de Federico Campbell, otro autor del norte (Tijuana) que vino a la Ciudad de México. Y creo que también ha estado cerca de Saúl Rosales, que es una gente a la que conocí en el Partido Mexicano de los Trabajadores. Saúl dirigía el periódico Insurgencia Popular y lo hacía con una extraordinaria calidad periodística; realmente era llamativo el nivel de textos que allí se publicaban”.

En este rubro, Villoro señala al coahuilense Salvador Novo como precursor de la crónica en México, gracias a su manejo de la ironía. Considera que Novo autorizó a los cronistas actuales para emplear el sarcasmo de una manera inédita.

Destaca también su capacidad para hablar de temas referentes a la alteridad sexual, como acentúa en su novela La estatua de sal (1979).

“Enriqueta Ochoa también es una poeta que valoro mucho. He tenido la suerte de ser amigo de su hija Marianne Toussaint. Fui muy amigo de Sergio Pitol, quien la quería mucho. Entonces son autores que me resultan cercanos por distintas razones”.

Sobre el centenario de El Siglo de Torreón, Villoro señaló que se trata de un suceso histórico y en un futuro puede transformarse en legendario. Resaltó que este diario defienda su independencia, imprima libertad en sus contenidos y enfrente los desafíos de la actual época digital.

“Un periódico que puede funcionar como una empresa cuyo principal cometido es el periodismo me parece que debe ser no solamente celebrado, sino apoyado. Me refiero a algo que en el futuro ojalá pudiera cristalizar en la mente de los lectores respecto a que si queremos información de calidad tenemos que comprometernos con ella. Los grandes lectores del futuro deben ser brigadistas, en la medida en que deben exigir, pero también respaldar a los proyectos editoriales”.

Por último, el autor aseguró que participar en los 100 años de El Siglo le resulta un honor y remata con la lección más importante que le dio su maestro, el escritor Augusto Monterroso: “Aprende a desconfiar de tus facilidades”.

Presentación

La tierra de la gran promesa, de Juan Villoro.

Jueves 10 de febrero. 19:30 horas.

Instalaciones de El Siglo de Torreón.

Escrito en: Villoro, Siglo, novela, gran

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Cultural

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Juan Villoro se une al centenario de El Siglo