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COVID-19: a dos años del estallido de la pandemia

La declaratoria fue oficializada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus

COVID-19: a dos años del estallido de la pandemia

COVID-19: a dos años del estallido de la pandemia

ÁNGEL F. CHÁVEZ FÉLIX

Hace dos años, el 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente al COVID-19 como una pandemia, y la vida tal como la conocíamos hasta ese momento cambió en un instante.

La declaratoria fue oficializada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

En rueda de prensa, Tedros informaba aquel 11 de marzo que el número de casos de COVID-19 en las últimas dos semanas se había multiplicado por 13 fuera de China, epicentro del brote de coronavirus en ese momento, registrándose más de 118,000 casos en 114 países y 4,291 muertes a causa de la enfermedad.

"La OMS ha estado evaluando este brote durante todo el día y estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Por lo tanto, hemos evaluado que el COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia", señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus.

"Podemos esperar que el número de casos, de decesos y de países afectados aumente" en los próximos días y semanas, agregó el director general de la OMS, asegurando que la nueva definición del COVID-19 como pandemia no cambiaría "lo que estamos haciendo y lo que los países deben hacer", en relación a los esfuerzos por enfocar sus estrategias más en la contención para evitar nuevos casos que en la mitigación de los ya existentes.

REACCIONES

Ante la declaratoria pandémica por la OMS, los países apresuraron la imposición de confinamientos, las escuelas dictaron clases en línea, los sitios de esparcimiento dejaron de operar, los lugares de trabajo cerraron o migraron a las actividades semipresenciales, en tanto que los hospitales se vieron desbordados por enfermos.

Ahora, sabemos mucho más sobre el virus causante del COVID-19 y cómo protegernos de sus peores consecuencias, contamos con vacunas que salvan vidas y tratamientos eficaces contra la enfermedad, sabemos que la buena ventilación, el uso de cubrebocas de calidad y la distancia social pueden ayudar a minimizar su propagación; sin embargo, la enfermedad continúa afectando la vida diaria de muchas personas, en particular de quienes han perdido a un ser querido o continúan luchando con la carga física y mental impuesta por la pandemia.

Alejandro Macías Hernández, infectólogo miembro de la Comisión Universitaria para la Atención del Coronavirus, creada por la UNAM en marzo de 2020, destacó en entrevista con la gaceta de tal institución, que estos 24 meses han dejado lecciones muy difíciles de aprender y un alto costo en vidas humanas, ya que, de acuerdo con cifras de la Dirección General de Epidemiología del Gobierno de México, se han confirmado más de 5.5 millones de contagios y arriba de 320 mil defunciones.

En este tiempo, señaló el especialista, también se ha desnudado "una herencia terrible: un sistema de salud que cuando llegó la pandemia ya estaba en condiciones precarias, con hospitales mal abastecidos, personal sin acceso a capacitación adecuada, pocas camas de terapia intensiva, funcionando mal y muy poca ventilación mecánica eficiente".

Macías Hernández explicó que esas carencias del sector también mostraron que el sistema de atención primario de miles de personas se da en anexos de farmacias, donde se les ha sobremedicado. "Se descuidó la oxigenación y eso también ha costado demasiadas muertes, hay una mala regulación y se manejó muy mal a los pacientes".

En ese sentido, el infectólogo exhortó a que se invierta más en salud para mejorar el sistema de atención primaria y tener una plataforma de desarrollo de vacunas propio, aunque reconoció el esfuerzo y avances en esta área con la producción, junto con Argentina, de un alto porcentaje de vacunas de AstraZeneca, y el desarrollo por parte de universidades, como la UNAM, que puso un esfuerzo mayúsculo para el desarrollo de biológicos mexicanos.

PERSPECTIVAS

Para Macías Hernández, indica la gaceta universitaria, se aproxima el fin de la pandemia en los siguientes meses, cuando aún habrá casos de contagio, pero serán más controlables y sin colapso de las instituciones ni de la economía. Y la nueva realidad no será como la que teníamos antes de 2020.

No obstante, el experto considera que muchos de los cambios que se experimentaron durante estos meses llegaron para quedarse, como la enseñanza virtual, el trabajo remoto, las videollamadas con el médico y los cumpleaños en Zoom. "Entendimos en las universidades que hacíamos venir a los alumnos a clase para tomar apuntes y eso lo pueden ver en un video; realmente en estas instituciones necesitamos a los estudiantes para hacer grupos de discusión, para pruebas de laboratorio, pero no para darles clases y tomar apuntes".

De acuerdo con el comportamiento del virus en otros países donde el número de contagios ha disminuido y se vislumbra "una meseta", Alejandro Macías Hernández comentó que al parecer en el segundo trimestre de este 2022 se hablaría de una etapa de control de la epidemia, pero dependerá de factores como la vacunación y seguir con las medidas de cuidado ya conocidas.

Al respecto, Alfonso Vallejos Parás, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina, añadió que la vacunación será clave para controlar el virus, pero falta llevarla "a grupos importantes, como son los niños, y terminar con las personas que no se han vacunado".

En todo este tiempo se conoce más sobre el virus que hace dos años; no obstante, falta mucho todavía por investigar, dijo por su parte Guadalupe Soto Estrada, epidemióloga y académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina.

Soto Estrada detalló que ahora se conoce cómo es la enfermedad en sí, "pero aún se requiere investigar sobre las consecuencias biológicas, sociales y psicológicas que implicó el haber vivido durante todo este tiempo una pandemia".

Asimismo, Soto Estrada coincidió en que no se regresará al punto en el que se estaba, pues tiene que haber cambios en la sociedad, trabajar en la desigualdad y, por lo tanto, regresar a lo que teníamos no será en el corto plazo. "Mientras no se asuma esto como un problema global que tenemos que afrontar todos a todos los niveles, este virus seguirá; ya vimos que es capaz de tener mutaciones importantes que implican retos en materia de atención a la salud, por tanto, a pesar de que las variantes sean menos mortales están afectando a grupos que aparentemente no tenían vulnerabilidad. Parece que el fin de esta pandemia se acerca, han sido tiempos difíciles pero se vislumbra un mejor panorama. Tenemos que aprender las lecciones y tratar de salir con optimismo a un México mejor, que construyamos mejor las cosas y que trabajemos mejor todos juntos", comentó.

PANORAMA ACTUAL

Cabe señalar que con fecha del pasado 9 de marzo, la OMS destacaba que el número de contagios y decesos por COVID-19 presentaba bajas en todo el mundo en la última semana, a excepción de en el Pacífico Occidental.

En su último reporte semanal sobre la pandemia, la agencia de salud de Naciones Unidas apuntó que las nuevas infecciones por COVID-19 cayeron un 5% en los últimos siete días, continuando con la tendencia a la baja que comenzó hace más de un mes. Los fallecimientos se redujeron en un 8% y, a nivel global, se acumulan dos semanas de descenso.

Solo en el Pacífico Occidental han repuntado los casos, con un incremento del 46%. En la última semana, Hong Kong ha reportado alrededor de 150 decesos diarios, la peor tasa de mortalidad por millón de habitantes, según los datos de la Universidad de Oxford.

La variante ómicron, más contagiosa que sus predecesoras, ha desbordado recientemente la ciudad semiautónoma china, donde provocó cuarentenas masivas, compras de pánico en supermercados y la saturación de las morgues, lo que obligó a las autoridades a almacenar algunos cadáveres en contenedores de mercancías refrigerados.

Pero, en otros lugares, la incidencia del COVID-19 está cayendo de forma significativa. Los mayores descensos se registraron en Oriente Medio y África, donde las infecciones bajaron un 46% y un 40%, respectivamente.

"La levedad de la ola de ómicron, su escaso número de muertes y el hecho de que está desapareciendo rápidamente, ha creado la impresión generalizada de que el COVID-19 se ha terminado", dijo Salim Abdool Karim, de la Universidad de KwaZulu-Natal en Sudáfrica, aunque precisó que no está claro cuándo acabará la pandemia.

Muchos científicos dicen que el panorama actual se debe a los programas de refuerzo de la vacunación desarrollados en numerosos países ricos, que han roto la conexión entre la infección por COVID-19 y una enfermedad grave.

A principios de semana, un grupo de expertos reunido por la OMS dijo que "apoya firmemente el acceso urgente y generalizado" a las dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 en medio de la propagación de ómicron por todo el mundo, un cambio de rumbo con respecto a la reiterada insistencia de la agencia en que la administración de dosis adicionales no era necesaria en el caso de las personas sanas.

RETOS

Tal declaratoria, supone un reto importante ante hechos como que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido que 248 millones de personas aún no han recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe.

La población menos vacunada se concentra en zonas rurales o áreas con menos recursos económicos y a las que es más difícil acceder, explicó en una rueda de prensa la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Según la OPS, solo 14 países de Latinoamérica y el Caribe han conseguido inmunizar por completo al 70 % de su población.

Desde el inicio de la pandemia, más de 6 millones de personas han perdido la vida en todo el mundo por el COVID-19. De ellos, 2.6 millones fallecieron en el continente americano, que ha registrado más muertes que ninguna otra región del mundo, explicó Etienne.

"Casi la mitad de las muertes de todo el mundo se produjeron aquí, en las Américas, pese a que la región es el hogar de menos del 13 % de la población mundial", destacó. Además, el virus ha infectado desde el inicio de la pandemia a más de 148 millones de personas en Latinoamérica y el Caribe.

En México, las autoridades indicaron que dentro del programa de vacunación se han administrado más de 183.9 millones de dosis, destacando que el país se posiciona como el noveno a nivel mundial que más dosis ha aplicado en números absolutos.

De los 126 millones de habitantes, casi 85.35 millones de mexicanos han recibido al menos una aplicación de la vacuna, lo que representa el 90 % de la población de 18 años y más.

En tanto, 79.15 millones de personas han completado su pauta de vacunación.

La semana pasada México recibió 18 millones de dosis de la vacuna británica AstraZeneca en tres distintos envíos, uno de ellos de 14 millones del mecanismo Covax, el más grande que ha recibido en la crisis sanitaria. Desde finales de diciembre de 2020 han llegado al país 220.51 millones de dosis de las vacunas Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna, de Estados Unidos; la británica AstraZeneca, la rusa Sputnik V y las chinas CanSino y Sinovac.

Escrito en: pandemia covid-19 millones, COVID-19, personas, países

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