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'Estuvo bien feo, no hallábamos qué hacer', dice habitante de ejido tras afectaciones por lluvias

Las personas no durmieron en toda la noche buscando resguardar sus pertenencias

'Estuvo bien feo, no hallábamos qué hacer', dice habitante de ejido tras afectaciones por lluvias

'Estuvo bien feo, no hallábamos qué hacer', dice habitante de ejido tras afectaciones por lluvias

MARY VÁZQUEZ

"Estuvo bien feo, no hallábamos qué hacer, nomás veíamos como corría el agua y luego se empezó a meter y mire hasta donde llegó, nomás hubiera visto", fueron las palabras de una de las integrantes de la familia Herrera Gómez, del ejido Santo Niño Aguanaval de Matamoros, una de las comunidades más afectadas por la lluvia que se registró la noche del domingo y madrugada del lunes.

La señora Margarita contó que la intensa lluvia empezó más o menos a las siete de la tarde y duró más de tres hora; los suficiente para que el agua llegara a la altura de las camas y pese a que trataron de resguardar muebles a un cuarto que se encuentra en un área más alta, los daños ocasionados fueron considerables.

"Aquí estamos en pozo y toda el agua del rancho se vino para acá, a todas las casas que están a la orilla y esos charcos que ve ahorita no es nada, anche nos daba arriba de la rodilla", contó.

Mencionaron que no pudieron dormir de andar de un lado a otro tratando de resguardar sus pertenencias y ayer por la mañana, continuaban sacando agua y lodo de los cuartos.

En la casa de Paola Cuevas, las cosas estuvieron peor, pues la vivienda se encuentra justo en la parte más baja y al centro de esa parte del ejido, la cual se conoce como "Los Pocitos", por lo tanto se formó una enorme laguna que los mantenía "atrapados".

La finca la comparten dos familias; de un lado la joven madre de cuatro hijos y del otro, una familia conformada de tres miembros. En ambos lados, lo techos colapsaron, por lo que ayer los encontramos sacando cobijas y algo de ropa, ya que amigos y familiares "políticos" se ofreció a alojarlos ante el riesgo inminente de los techos se vinieran abajo.

Paola manifestó que como casi todos, no pudo dormir y para resguardarse, permaneció dentro de una camioneta, que estaba a unos metros de la casa, para cuidar lo poco de su patrimonio que tal vez después pueda recuperar, ya que -dijo- los "raterillos" aprovecharían para meterse y dejarla sin nada.

Cuentan que el agua les llegó a la altura de la cadera, incluso tenían algunos cerdos y el agua se llevó dos.

"Se llenó hasta arriba de agua y en friega nos salimos por las niñas, eran como las doce y media de la noche, por que empezó a llover bien fuerte desde temprano, luego se calmó y luego volvió a llover, aunque más despacio", dijo e hombre que ocupa la finca con la familia de Paola.

El señor compartió que, un amigo que vive en la parte alta del ejido se ofreció para que se quedaran en su casa, pero por la mañana regresó para colocar hule en el techo y darles una vuelta a los "marranos", para que no se los robaran.

En tanto que Paola no pudo ocultar su preocupación, pues las vigas están a punto de venirse abajo, por lo tanto no puede permanecer ahí y reconstruir el techo les tomará tiempo, además compartió que su esposo tiene siete días que se fue hacía la frontera de Estados Unidos, pues su intensión es cruzar a ese país.

"No se cómo le voy a hacer. Ahorita vine a sacar ropa porque no nos podemos quedar aquí, el techo se va a caer. Me estoy quedando con unos familiares políticos, porque yo estoy sola aquí, toda mi familia vive en Zacatecas y haga de cuenta que también vine por los animales porque andan los raterillos y se los pueden llevar".

Escrito en: lluvias tormentas clima agua, familia, ejido, luego

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