Afición santista se reconcilia con Javier Correa

Bien se dice que goles son amores y si son por partida doble, todo parece perdonarse. 

El argentino Javier Correa estaba en la mira de los aficionados santistas y cambió abucheos por aplausos, como lo deben hacer los delanteros, moviendo las redes de la portería rival. 

Los Cañoneros de Mazatlán llegaron al estadio Corona para jugarse la vida, un empate no les servía de nada, forzados a la victoria en una fortaleza albiverde donde la consigna de los locales era conseguir un triunfo que les permitiera cerrar el torneo en el tercer lugar. 

Respondieron los aficionados llegando temprano al estadio, fue una larga espera debido a la fecha FIFA, pero eso no apagó los deseos de los laguneros por regresar a su casa futbolera, donde Santos no conoció la derrota en el actual torneo. 

Fue una tarde anormal en la Comarca, nublada y un tanto gris, tal y como se dio el primer tiempo, en el que no cayeron los goles por ningún lado, pero era apenas la calma previa a la tempestad que llegó en el segundo lapso. 

Con los visitantes fallando un penalti avalado por el VAR, Javier Correa ingresó al campo entre sonoros abucheos y algunos leves aplausos, pero la determinación del argentino fue tan sólida como su aporte en el campo, provocó un penalti y marcó un doblete, participó en los tres goles de su equipo y tras marcar su primera anotación, expresó sus disculpas a los aficionados, extasiados en el festejo de gol. 

Los Guerreros hundieron el barco mazatleco y apagaron sus cañones, la victoria albiverde les permitió calificar de manera directa a la liguilla por vez primera desde que se instauró el repechaje, pero todo eso queda de lado, con el final soñado para la película de Javier Correa, cuyo apellido corearon los aficionados una vez terminado el encuentro.