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Luis Sergio Rangel y el arte que habla desde las calles

El artista trabaja con una gran conciencia sobre el arte urbano y el entorno arquitectónico

Luis Sergio Rangel y el arte que habla desde las calles

Luis Sergio Rangel y el arte que habla desde las calles

SAÚL RODRÍGUEZ.

Nació en Durango capital. Allí descubrió un estimulante interés por la arqueología. “Quiero ser arqueólogo”, respondía el artista Luis Ángel Rangel “Máscara” cuando le preguntaban por sus aspiraciones profesionales. Lo que más le capturaba de ese campo eran los códices y la historia que contenían. Así que trató de encontrar una carrera que se aproximara a sus deseos. Eligió Diseño Gráfico, pero la carrera no se ofrecía en su ciudad y optó por trasladarse a la Comarca Lagunera.

Un apoyo de la Universidad Iberoamericana le permitió ingresar a las aulas de la educación superior. Ese momento lo considera el primer contacto con el diseño y el arte. Llegó sin conocimientos previos, se fue instruyendo conforme a la marcha. El detonante de su línea creativa ocurriría gracias a una serie de capturas fotográficas.

“Tenía una cámara de rollo (estábamos en fotografía) y me quedaban como seis o siete fotos. Pasó la maestra de fotografía y le dije: ‘No seas mala, tómame una foto’. Entonces la maestra toma la cámara: ‘Es que tengo siete disparos’. Y me toma siete disparos: ‘Ya, para que se te acabe el rollo’. Yo me enojé porque quería utilizarlas para otra cosa. Entonces cuando las revelo, veo mi rostro movido en tres o cuatro movimientos. Eso me gusta mucho, las recorto con tijera y les saco fotocopia”.

Apreciar el alto contraste de la fotocopia le dio la idea de, con un exacto, cortar los espacios negros y solamente dejar los blancos. Pasó la pintura de un aerosol sobre el material y pensó que había descubierto una técnica nueva. No obstante, sus compañeros le hicieron ver que había fabricado un esténcil.

“Yo no conocía el esténcil. Nunca lo había visto ni me lo habían enseñado. Para mí fue un descubrimiento enorme, el aerosol a través de los módulos me encantó”.

El esténcil se convirtió en su técnica favorita. De igual manera podía realizar encargos para alguna compañera que buscaba impresionar a sus novios, que involucrarse en temáticas sociales y generar toda una serie de obras contestatarias. Con ese aprendizaje acudió a Ciudad de México para cursar la maestría en Comunicación Visual y darle un giro a su perspectiva gracias a la semiótica.

“No diseñé nada en dos años, pero me la pasé estudiando. Tuve que comprar un diccionario, porque no entendía lo que me daban a leer. Así de diferente fue. Conocí a muchos diseñadores, estencileros y grafiteros y empecé a hacer esténcil. Regreso a Torreón, salgo de la maestría y me ofrecen dar clases en la Ibero”.

En su retorno, Máscara salió a las calles de Torreón y comenzó a tapizar los muros con esténciles. Releyó los textos de Siddartha y fiel al pensamiento budista que niega el ego, optó por no firmar sus obras entre 2004 y 2006.

Durante 14 años fue profesor en la Universidad Iberoamericana. En ese tiempo también apostó por proyectos de talleres, puso una tienda de ropa y así convivió con la comunidad del arte local. También recibió extorsiones por parte de la policía municipal que ya había identificado la autoría de sus esténciles.

Durante su carrera, ha podido crear conexiones con otros artistas locales. Anco y Caporal, ambos integrantes del colectivo de hip hop Rango Bajo, son artistas que lo han marcado en lo referente al grafiti y a la gráfica. También ha sido partícipe en diversas exposiciones artísticas e instructor de talleres realizados en comunidades de la región.

EDIFICIOS SIN HOGAR

Uno de los proyectos de Luis Sergio Rangel ‘Máscara’ que han impactado en los últimos meses, ha sido Edificios sin hogar. Se trata de una idea que se ha transformado, consistente en cómo empatar el grafiti (arte urbano) con la arquitectura y la ciudad.

“El grafiti es la ciudad y la ciudad es el grafiti, sí, pero yo trataba de encontrar esta fórmula para conjugar las tres cosas. Y siento que lo logré muy bien con este proyecto llamado Edificios sin hogar”.

El artista puso manos a la obra. Dibujó con estilógrafos y puntillismo a tres vagabundos y a tres edificios abandonados por la sociedad. Se trata del Hotel Galicia y de los edificios con arquitectura oriental que se ubican sobre la calle Falcón y sobre la avenida Juárez esquina con calle Comonfort.Las estructuras brotan de la cabeza de los indigentes como una especie de corona.

“El de la Juárez está totalmente abandonado y en el de la Falcón ahí sí vive gente. Es señalar las condiciones de los dueños de no reparar los edificios, que son totalmente insalubre. Yo he entrado al lugar y se me hace una total falta de respeto para las personas que ahí están viviendo. Entonces, también está abandonado. Aunque allí viva gente, también está abandonado”.

El proyecto es una denuncia social que señala la interacción de los laguneros con su entorno, de cómo se ha destruido la poca cantidad de símbolos arquitectónicos en la Comarca Lagunera. La visión del artista pretende narrar la realidad desde una visión objetiva.

En Torreón es posible encontrar las imágenes de Edificios sin hogar en diversas pareces del sector centro. Se evidencia así el poco interés social y oficial por el pasado de una ciudad joven. Máscara plasmó diversos carteles de papel revolución con engrudo. Incluso, imprimió en pegatina una imagen de 1.80 de altura y la imprimió sobre el edificio de Juárez y Comonfort. El objetivo es que la gente vea al edificio y lo identifique.

En próximas fechas y a raíz de su participación en el Coyote Art Week, que se efectuó del 29 de noviembre al 4 de diciembre en el Hotel Galicia, Luis Sergio Rangel planea colgar en 2023 una pieza de 1.80 metros en uno de los balcones. “La idea es que esto regrese al edificio”.

Sobre este proyecto, el escritor lagunero Fernando de la Vara escribió al respecto: “Dentro de la convulsión que supone nuestro entorno, en el olvidado centro de Torreón, Coahuila, son pocos los que se detienen a observar, callar y ejercitar la contemplación del marginado, al ras de suelo y del ignorado, en lo alto. El arriba y el abajo siempre tienen algo qué comunicar a quien esté dispuesto a prestar atención, y los mensajes son poderosos”.

Escrito en: tres, ciudad, Rangel, Luis

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