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Vida exuberante en los negocios y en el envejecimiento

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ CERDA

El jueves de la semana pasada, sostuve una agradable charla con un muy conocido hombre de negocios lagunero. A sus casi 94 años, disfruta de su familia, de su negocio y de sus planes y proyectos, sano, física y mentalmente, ejemplo para nuestra comunidad. Mientras charlábamos, observaba su actitud abierta, su positivismo y su entusiasmo. La actitud abierta, el positivismo y el entusiasmo de mi amigo, son muy contagiosos. En esta charla, mis pilas se cargaron y salí contagiado. Si, lo bueno se pega.

Me contó acerca de sus padres, mostrándome una foto de la boda de ellos. ¿Coincidencias? En la foto, su papá está sentado con traje, y su mamá de pie, vestida de novia. Tenemos una foto de mis padres en su boda, en la misma posición, mi mamá vestida de novia, de pie, y mi papá sentado vestido de traje. Su madre se llamaba María Ignacia, y la mía también. Mi amigo y yo, somos ingenieros.

Su carrera en los negocios es muy interesante. Primero como empleado, recorriendo una buena parte de la república, y una vez que absorbió la experiencia en los negocios, fundó su propia empresa. Hoy tiene, entre otros, un gran proyecto para la Laguna. 

Casualmente, ¿Casualidad?, al día siguiente me documenté acerca de la vida y obra de Margareta Magnusson. De inmediato se me vino a mi mente el recuerdo de la charla con mi amigo. El refleja los conceptos de ella respecto al envejecimiento. 

Margareta Magnusson es una escritora sueca quien, en sus propias palabras, cuando alguien le pregunta su edad dice: "entre 80 y 100 años". En realidad, ella tiene 89 años. Ha vivido en varias partes del mundo, se graduó en artes y ha expuesto sus obras en galerías desde Hong Kong hasta Singapur. Tiene cinco hijos y vive en Estocolmo, Su primer libro es "El arte sueco de ordenar las cosas antes de morir". Ha escrito un nuevo libro "El arte sueco de envejecer de forma exuberante: sabiduría de vida de alguien que probablemente, muera antes que tu". En este libro, uno de los más vendidos, Margareta dice: no dejes una montaña de pendientes para que, al morir, la limpien quienes amas.

Ella reconoce que envejecer es difícil, dice: "no puedes parar el paso del tiempo y la forma en que afecta tu cuerpo, pero puedes trabajar en mantener una mente clara y positiva, puedes seguir siendo joven en tu mente, aunque tus rodillas crujan al caminar".

Margareta da tres consejos:

El primero: Paga tus cuentas, atiende tus pendientes. Sin sentirte molesto por ello, sino agradecido por poder hacerlo. O también puedes hacerte cargo de cuidar a un pariente enfermo. "Actualmente yo estoy cuidando a mi hermana. Cuando me siento agotada por todo lo que me pide hacer y por tratar de cubrir sus necesidades, las cuales me dice en mensajes de texto, me recuerdo a mí misma lo afortunada que soy por estar fuerte para poder cuidar de ella".

Dice que al cumplir más años es muy común sentirse frustrado y molesto, pero su mente positiva le ayuda a disfrutar la vida. Parece que no hay otra alternativa más que ver que debemos apreciar todo lo que nos pasa.Según Margareta, está bien apreciar nuestras emociones. El Centro de Longevidad de Stanford ha hecho estudios de los cambios emocionales que ocurren al envejecer, Han encontrado que las personas mayores son muy dadas a disfrutar muchas emociones que los jóvenes no experimentan. Mientras los jóvenes se van a los extremos de ser muy positivos o negativos, los adultos mayores son más propensos a sentir satisfacción y alegría, incluso con lágrimas en sus ojos.

El segundo consejo de Margareta es: Rodéate de jóvenes. Esta es su definición simple de la felicidad, rodéate de jóvenes. No solo estar al tanto de sus ideas y perspectivas frescas, sino también escuchar sus planes y proyectos para estar a tono con los jóvenes, volviendo a sentir lo jóvenes que fuimos nosotros en algún momento.

Pasar tiempo con personas más jóvenes también beneficia a nuestro cerebro, de acuerdo con una psicóloga y gerontóloga de la Universidad del estado de Georgia, autora del libro "La ciencia del mantenimiento del cerebro al envejecer". En su estudio sugiere que, al envejecer, especialmente si usted empieza a experimentar alguna declinación cognitiva, socializar con gente joven e inteligente, proporciona el tipo de estimulación que ayuda a aumentar la función cognitiva.

Sin embargo, este tipo de convivencia entre generaciones no sucede con frecuencia porque en nuestra cultura hay mucha segregación de edades, según la Escuela de Salud Pública de Yale. Rompa la barrera manteniendo su puerta abierta para los nietos, si viven con usted o cerca de usted. Llame por teléfono a un familiar joven y charle con él o ella. Ofrézcase como voluntario para leer libros a los niños en la biblioteca o afíliese a una asociación de ayuda a jóvenes. Para mantener a jóvenes a su alrededor, hágales preguntas, escúchelos con atención, converse con ellos, pero no les hable de sus dolores y molestias.

Tercer consejo de Margareta: Diga "Si" tanto como sea posible. Una de las creencias erróneas acerca de los adultos mayores es que ellos son muy rígidos en su forma de pensar y nunca cambian. Sin embargo, el Centro de Salud Mental y Envejecimiento de Burlington, en el estado de Vermont, determinó que los adultos mayores no son más rígidos que los jóvenes.Para envejecer de forma exuberante usted debe reconocer activamente su "envejecimiento mental" y luchar contra él. Decir "si" tanto como sea posible es decir "si" a la vida, manteniendo la curiosidad y explorando, siendo parte de la comunidad.

Dice Margareta: "Me he dado cuenta de que una mente cerrada me hace envejecer más rápido que cualquier otra cosa". Antes de rehusarse a algo, ella se pregunta a sí misma: "¿Es porque no puedo hacerlo, o porque no quiero? Quizá incluso, pueda ir a una fiesta y ser la última en irme, porque me estoy divirtiendo como nunca". Le preguntaron cuándo fue la última en irse y dijo: "Hace una semana".

Estos consejos de Margareta son efectivos, lo he visto en mi amigo lagunero de 93 años, cuatro más que Margareta. Él disfruta su envejecimiento, y además, se mantiene activo, muy activo, en su negocio y en su comunidad.Fuente de referencia: Jancee Dunn, NYT. Escuela de Salud Pública de Yale, Centro de Salud Mental de Burlington, Universidad de Georgia. 

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Escrito en: jóvenes, mayores, Salud, Margareta

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