La Secretaría de Salud vacuna a 400 mil y la clínica privada puede estar vacunando a los 300 mil restantes de mascotas que tienen dueño.
Autoridades de la Secretaría de Salud (SS) del Estado de Coahuila estiman que en la entidad existen 700 mil mascotas con dueño y alrededor de un millón 400 mil perros en condición de calle (callejeros).
"Lo cual representa un grave problema de salud pública, pues puede registrarse nuevamente el virus de la rabia; existe la presencia de otro tipo de enfermedades", indicó Mario Eduardo Solís Perales, coordinador estatal del programa de rabia y otras zoonosis en Coahuila
"En todo el estado pueda haber casi un millón o más de perros en condición de calle, porque yo creo que por uno en casa, hay uno y medio afuera", fue lo que manifestó el funcionario estatal.
Y es que, el funcionario señaló que estiman que hay alrededor de 700 mil perros con dueño en Coahuila, lo que representa alrededor del 78 por ciento del total de mascotas con dueño que se considera que existen en todo el estado de Coahuila.
Inclusive refirió que, del total de perros con dueño, la Secretaría de Salud vacuna a 400 mil y la clínica privada, puede estar vacunando a los 300 mil restantes.
"Hay otras enfermedades. El excremento de los perros en condición de calle, una vez que se deshidrata, se vuelve polvo y esto vive o viaja en el medioambiente; ocasiona problemas en la vista o en la digestión, si bien nos va y obviamente, puede haber existencia en esas heces volando, todo tipo de bacterias", dijo Solís Perales.
Además de puntualizar que "los perros sin dueño en condición de calle, son un problema de salud, son un riesgo para la salud y obviamente, una mala imagen".
El coordinador estatal del programa de rabia y otras zoonosis en Coahuila de la SS, manifestó que el origen del perro en condición de calle, se debe a un mal propietario, a alguien que no se responsabilizó de tenerlo en casa.
Puso como ejemplo que cuando las mascotas suelen otorgarse como regalo, que mientras son cachorros no hacen daño, pero cuando crecen; alrededor de los tres meses, se vuelven muy inquietos y luego ya no los quieren.
"Salimos de vacaciones en la Semana Mayor y nos encontramos con un perrito en la carretera, deambulando con un pedacito del mecate donde se soltó de la rama donde lo amarraron y es muy común eso", puso como ejemplo el funcionario estatal.