(ESPECIAL)
El incremento en las tasas de interés registrado a lo largo de 2022 se tradujo en el mejor año desde que se tiene registro en materia de ganancias de los bancos que operan en el país, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Al cierre del año pasado, las instituciones del sector lograron un total de 236 mil millones de pesos, un incremento de 30% en términos anuales.
Los grupos financieros han reconocido el beneficio de las elevadas tasas de interés, además de que también se concretó una buena actividad crediticia y las familias en el país siguieron contratando financiamiento, pese al entorno inflacionario complicado que prevaleció en 2022.
"El resultado del banco se explica por el comportamiento de los clientes. El año pasado también se explica por la subida de tasas, que en cualquier sistema financiero bancario a nivel mundial tiene un impacto positivo, pero lo que lo explica es la actividad comercial del banco, el nuevo crédito otorgado", dijo la semana pasada el director general de BBVA México, Eduardo Osuna.
Los datos de la CNBV muestran un alza de 12% en la cartera de crédito total de la banca, con un saldo de 6 billones 238 mil millones de pesos. En tanto, la morosidad se colocó en 2.09%, un incremento de 0.04 puntos porcentuales comparado con el cierre que hubo en 2021.
BBVA, Banorte, Santander, HSBC, Scotiabank e Inbursa concentraron más de 75% de las ganancias del sistema bancario mexicano, rebasando 179 mil millones de pesos.
PANORAMA INCIERTO
Hacia los próximos meses, la expectativa de las instituciones financieras es positiva, ante una demanda de crédito que prevalece en el mercado nacional, con consumidores que están siendo prudentes en el pago de sus créditos. Si bien hay expectativas para este año de una desaceleración en la economía mexicana, se pueden tener buenos ritmos de colocación de crédito y mantener utilidades en el sistema bancario mexicano, señalan analistas.
Para el economista en jefe de Valmex, Víctor Ceja, ya empiezan a verse algunos impactos mínimos del incremento de las tasas de interés, mismos que pueden reflejarse en las elevadas ganancias de los bancos.
"Si observamos la inversión productiva, vemos que está muy débil, y esto anticipa una menor demanda de financiamiento, que finalmente va a afectar a las utilidades de los bancos. Este año se presenta particularmente difícil, con tasas elevadas y una trayectoria de tasas al alza", explicó.
En el caso del consumo de las familias, dijo que un menor ingreso afectado por la elevada inflación empieza también a mostrar señales en menores pagos e incluso un aumento en la morosidad, sin que esto represente un problema serio para el sistema financiero.
"Ya se están viendo algunas señales del impacto por las tasas de interés. Por ejemplo, la parte de los totaleros en las tarjetas de crédito ha disminuido de manera marginal", explicó. "Por inflación y mayor costo financiero, ya no pueden pagar la totalidad de esas tarjetas y también se ha visto un incremento marginal en los índices de morosidad".